"Promoviendo la Participación Ciudadana"

sd-05

InicioEDITORIALESEditorialesRusia defiende derechos humanos tradicionales

Rusia defiende derechos humanos tradicionales

El pasado 5 de octubre fue difundida la noticia de que en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, se ratificó el vínculo positivo entre los valores tradicionales y los derechos humanos.
Ya desde 2009 se venía estableciendo de esa manera ante el rechazo de las delegaciones de los Estados Unidos de América y la Unión Europea, que realizaron un intenso cabildeo para tratar de evitar la votación favorable a la tesis sostenida por Rusia.
En esta materia los principales afectados resultan ser los llamados “colectivos LGBT” y los gobiernos que los promueven y defienden.
Obama ordenó a todas las agencias federales encargadas de la diplomacia estadounidense y de la asistencia al extranjero, que promovieran los “derechos LGBT”, ya que les preocupa que “sea utilizado para defender a la familia natural y tienen el temor de no poder despenalizar la conducta homosexual en todo el mundo”.
Este triunfo de la diplomacia Rusa contribuye “a una mejor comprensión y valoración de los valores tradicionales comunes a toda la humanidad que incorporados en instrumentos universales promueven y protegen los derechos humanos y las libertades fundamentales en todo el mundo”.
Esto no es más que hacer eco congruente con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, inscrita en los textos fundacionales de la ONU, que han venido siendo socavados por la acción de los ateos como Henry Kissinger, Mijail Gorbachev , Maurice Strong, recientemente combinados con los panteístas Leonardo Boff, Evo Morales y otros que han hecho tragar en la Asamblea de la ONU un mecanismo de sustitución de los Diez Mandamientos, con la “Carta de la Tierra” y la aprobación de los “derechos” de la “Madre Tierra” como ser vivo.
Al paso que van los demoledores de los auténticos derechos humanos habrán logrado convertir a la Organización de las Naciones Unidas en la Organización de las Naciones Diluidas.
Esta gratísima sorpresa de la presencia vigorosa de Rusia en la ONU es una expresión más del resurgimiento de la vida religiosa de la Iglesia Ortodoxa Rusa, calculada en más de 80 millones de bautizados, que avanza en el proceso de reconciliación con la Iglesia católica romana.
Hace dos meses se pudo apreciar algo muy significativo, cuando en Varsovia se firmó un documento de perdón y reconciliación entre la Iglesia Ortodoxa de Rusia y la Iglesia Católica en Polonia, que es el primero de una serie de actos que con el mismo significado se realizarán en Europa.
Esto implica la visión profética del Concilio Vaticano II, que hace 50 años apuntó a impulsar el Ecumenismo, en primer lugar con las iglesias de Constantinopla, Atenas y Moscú.