El día de ayer el Cruz Azul por fin logró deshacerse de esos malditos demonios que le impedían ganar. 15 años ni son, ni se dicen, poco para un equipo del nivel de La Maquina en el futbol mexicano.

El Azul le dio el adiós a los años sin títulos en una final de copa que, luego de un cerrado 0-0 que se decidía en penales, concluía con un 4-2 y así el azul levantaba una copa que, sin duda, deberá ser un impulso para luchar por más.

Es curioso ya que lo que es hoy La Copa MX, representa realmente poco para los aficionados ajenos a la Maquina, incluso hay quienes la denominan como el premio de consolación, pero la cosa no es así para un equipo que se ha esforzado tanto por tanto tiempo para lograr una victoria.

En una analogía quiero sólo recordar un par de años atrás en España, cuando aquellos madridistas festejaban con gritos y trompetas su primer título luego de una pequeña sequía precisamente en una final de una copa que para los barcelonistas significó poco entonces, La Copa del Rey, y aún así, poco después los culés festejaban la única copa que habían ganado ese año siendo criticados por los madridistas de festejar por “pequeñeces”, La Copa del Rey.

Gracioso pero cierto y esto sólo nos lleva a una pequeña conclusión, esto para los azules representa un impulso, tanto anímicamente para los jugadores, como para sus seguidores y el inicio a una vuelta al camino de la victoria, a sacudirse esos males y a luchar por más títulos.