Por Silvia del Valle
@TipsMama5Hijos
Facebook: Tips de una mamá de 5 hijos.
Ser mamá es la vocación más hermosa y difícil qué hay.
Para ser mamá hay que tener la ternura de una caricia y a la vez la fortaleza de un roble. Para ser mamá hay que saber escuchar y también aconsejar cuando se necesita. Para ser mamá se necesita estar siempre disponible pero no estorbar a nuestros hijos.
Y digo que es una vocación porque es el llamado más hermoso que nos ha hecho Dios a las mujeres. Y no me refiero solo a la maternidad biológica, sino también a la maternidad espiritual, que al final de cuentas también es maternidad.
Es importante que nos demos cuenta que las mamá también debemos ser las mamás espirituales de nuestros hijos y que por lo mismo debemos acercarlos a Dios y procurar que lleven una vida espiritual fuerte y muy alineada a la voluntad de Dios.
Por eso hoy quiero compartir mis 5Tips para ser buenas mamás y no sólo biológicas, sino también espirituales.
PRIMERO. Mantén una buena comunicación con tus hijos.
La comunicación es la vía más directa para establecer una conexión con nuestros hijos.
Si ellos saben que pueden acercarse a nosotras para platicar sus asuntos, establecemos un vínculo que difícilmente se puede romper.
Y no se trata de generar una codependencia sin de establecer una sana complicidad que genere una gran seguridad en nuestros hijos y los haga tener una autoestima adecuada.
Si logramos establecer una buena comunicación tendremos grandes oportunidades de orientar y guiar a nuestros hijos tanto en el plano humano como en el plano espiritual, que comúnmente se queda en el olvido.
SEGUNDO. Con ellos en las buenas y en las malas.
Es importante que nuestros hijos sepan que estamos ahí para ellos y para ayudarles en todo, sin estorbarles pero siempre listas para auxiliarles.
Que sepan que nuestro apoyo lo tienen en todo momento, pero esto no significa que apoyemos todo lo que hacen.
Es importante corregirles con amor y sobre todo que sepan que estamos atentas a sus asientos y a sus errores para darles un poco de guía y dirección.
Pero debemos estar atentas a no suplir lo que ellos mismos deben hacer, siempre de acuerdo a la edad de cada uno.
TERCERO. Ora por ellos.
Nosotras las mamás estamos siempre al pendiente de lo que necesitan nuestros y también en el plano espiritual.
Para apoyarles espiritualmente es necesario que seamos mamás orantes, que dediquemos nuestros días y nuestras oraciones por los hijos.
Quien ora intercede por la persona que ofrece la oración, es decir, ruega a Dios que le conceda las gracias que necesita cada uno y le ofrece su acompañamiento espiritual.
Precisamente eso es lo debemos hacer, estar al pendiente e interceder por nuestros hijos para que alcancen un crecimiento espiritual.
En muchas ocasiones esto es más importante que todo lo demás, porque del bienestar espiritual se deriva el bienestar físico.
CUARTO. Ofrece todo tu día por tus hijos.
Y si queremos dar un paso más en esto de interceder por nuestros hijos, una buena forma es ofreciendo todas nuestras acciones del día por ellos.
Es como una forma de hacer en lugar de ellos, es decir, que Dios tome en cuenta nuestras acciones supliendo lo que ellos no han podido hacer.
A Dios le gusta mucho que le ofrezcamos nuestras acciones porque gana dos veces, es decir, primero gana porque nosotros buscamos hacer Su Voluntad y después gana porque hacemos como una alcancía para nuestros hijos y por lo mismo los acercamos a El.
Y QUINTO. No hay edad para dejar de ser mamá.
Esto de la vida espiritual es muy impactante porque no es como la vida biológica.
En lo biológico nuestros hijos crecen y poco a poco se hacen autónomos y pueden hacer sus cosas por sí mismos, pero en la vida espiritual nunca dejan de tener la necesidad de que les acompañemos con nuestras oraciones y oblaciones.
Si por alguna razón hemos dejado de orar por nuestros hijos, es el momento de volver a hacerlo y que hagamos conciencia de que además de ser mamás biológicas, debemos ser mamás espirituales de nuestros hijos.
Por Silvia del Valle
@TipsMama5Hijos
www.tipsmama5hijos.com
Es muy común que nuestros hijos se lleguen a sentir mal cuando papá y mamá tenemos algún tipo de problema o alguna diferencia de opinión, en mis chas ocasiones tienen algún cambio de actitud o de conducta que modifica gravemente su desarrollo personal, pero es muy importante ellos comprendan a la perfección que no son los responsables de tales actos nuestros.
Para esto es muy importante poner todo nuestro empeño en que les quede muy claro y además tomar las siguientes medidas para fortalecer la autoestima de nuestros hijos y que así sepan que hacer en estos caso, por eso aquí les dejo mis 5Tips para lograr que nuestros a hijos no les afecten los problemas de papá y mamá.
PRIMERO. La ropa sucia se lava en casa.
Es muy importante que nosotros, los adultos, aprendamos qué hay momentos y lugares para ventilar nuestros problemas.
El Facebook, Twitter y cualquier red social no es el lugar adecuado.
Es en la privacidad del hogar y en la intimidad de la habitación donde se pueden ventilar los problemas o las diferencias de opinión para que nuestros hijos no sean testigos de dichas diferencias y así no asuman culpas que no les corresponden.
Si publicamos todo en las redes sociales es muy probable que alguno de los compañeros o amigos de nuestros hijos lo vean y les puedan comentar haciéndolos sentir peor por no estar enterados de lo que sucede en casa.
Es importante buscar entonces el momento y el lugar oportuno para ventilar las diferencias y aclarar los problemas, por muy profundos o graves que estos sean.
Si en algún momento se nos escapan algunos gritos o actitudes violentas es importante hacerles saber a nuestros hijos que en ningún momento este evento tiene que ver con ellos y que somos nosotros los papás los responsables de tal evento.
SEGUNDO. Nuestros hijos no deben intervenir.
Si desafortunadamente nuestros hijos están presentes cuando discutimos o tenemos alguna diferencia entre los papás es muy importante que nuestros hijos no opinen y menos que tomen partido por alguno de los dos ya que de esta forma los estamos obligando a escoger y para ellos eso es muy difícil.
Por ningún motivo debemos provocar nosotros que ellos den su opinión o que aporten alguna prueba de lo que estamos diciendo.
Es un error grande hacerlo porque entonces los estamos incluyendo en el pleito y la afectación psicológica es grande y las consecuencias serán tremendas porque ellos se sentirán culpables del pleito de los papás.
Cuando nuestros hijos quieran intervenir es necesario que nosotros les invitemos a no participar y sobre todo que les transmitamos afecto y atención. Con esto aminoramos un poco el daño que les hacemos al discutir frente a ellos.
TERCERO. Cuidado con los sentimientos de culpa.
Es importante observar a nuestros hijos en todo momento, pero más después de un episodio de violencia familiar o de alguna discusión por pequeña que está sea.
Entre más pequeños son nuestros hijos más fácilmente se pueden sentir culpables y por lo mismo es muy importante estar ahí para explicarles la realidad de las cosas.
También es bueno observar sus actitudes para con los otros hermanos y con los compañeros, ya que es muy probable que sea con ellos con quienes saquen esa sensación de frustración o de enojo por lo que ha sucedido en casa.
Cualquier cambio de estado de ánimo es un foco rojo para poner atención.
CUARTO. Que nuestros hijos no nos sirvan de pretexto.
En muchas ocasiones, los "adultos", es decir los papás, usamos de pretexto a nuestros hijos para hacernos daño o para obtener lo que queremos en una discusión o en algún problema familiar grave.
Nuestros hijos no son mercancía de cambio que nos sirve para obtener lo que queremos. Nuestros hijos son personas que tiene alma y que tiene personalidad y por lo mismo pueden tomar las cosas de diferente manera entre si por lo mismo no debemos involucrarlos ni para bien ni para mal.
Para que haya pleito se necesita de dos y por lo mismo es importante que alguno de los dos tenga muy claro que los hijos no son culpable ni son mercancía para que así, estén a salvo de tal episodio.
Y QUINTO. Busquemos la solución lo antes posible.
Conforme pasa más tiempo, es necesaria mayor comunicacion y mayor empeño para solucionar los problemas que se suscitan en la familia y por eso también requieren de mayor voluntad de parte nuestra para encontrar la mejor solución.
Casi siempre, el que está más tranquilo es el que puede pensar mejor y por lo mismo es quien debe actuar como tranquilizante para los hijos y también, para tratar de armonizar el ambiente para llegar a acuerdos.
No debemos olvidar que el que tiene la capacidad de mantener la calma y perdonar pronto es el que tiene más madurez y sobre todo el que ama más.
Ojalá que tengamos la capacidad de cuidar a nuestros hijos evitándoles vivencias violentas que los marcarán para toda la vida y que les generarán gran inseguridad.
No seamos egoístas, busquemos el bien de nuestra familia y no el propio. Recordemos que educamos en todo momento y nuestros hijos aprenden como reaccionar ante los eventos de la vida, conforme reaccionamos nosotros.
Seamos responsables y amemos mucho a nuestra familia.
Por Silvia del Valle
@TipsMama5Hijos
He tenido la gracia de vivir una Cuaresma muy distinta a las demás y también tuve la experiencia de ver la película de la Pasión de Mel Gibson como una oración de contemplación.
Esto ha sido una experiencia increíble que quiero con todo mi corazón compartir con ustedes para que lo intenten vivir en familia y ahora que comenzamos la Semana Santa creo que es perfecto, por eso aquí te dejo mis 5Tips para vivir una Semana Santa mucho más espiritual.
PRIMERO. Dispón el corazón para recibir.
Es bueno que estemos muy dispuestos a recibir lo que Dios nos quiere entregar.
Al igual que al ver la película, es bueno ver cada evento, cada detalle de la Semana Santa como un elemento importante para comprender por completo lo que Jesús hizo por nosotros.
Una mirada, Un palabra, un enunciado, una actitud, cualquier cosa es importante y debemos estar atentos para recibirlo y así darle el sentido más trascendente que pueda tener.
La intensidad de la vivencia dependerá de la disposición que tengamos nosotros. Por esto, para unos es algo muy aburrido y para otros es algo muy llamativo y espiritual.
Con nuestros hijos nos puede pasar lo mismo. Es necesario que nosotros los motivemos y que les pidamos que estén dispuestos a recibir y aprender lo que van a vivir en la Semana Santa.
SEGUNDO. Haz oración.
Es importante no dejar la oración, y si aún no tienes el hábito, este es el momento preciso para comenzar.
Mal oración nos acerca a Dios, nos dispone a Sus cosas y nos permite ver con los ojos del alma lo que Jesús nos quiere decir.
Hay muchos tipos de oración, pero los más comunes son la oración vocal, la oración con cantos, la oración con la Biblia y la oración de contemplación.
No importa cual podamos o queramos hacer, todas nos acercan a Dios.
También podemos preparar momentos de oración en familia para ayudar a nuestros hijos a disponer el corazón y abrir los sentidos internos a la vivencia de la Semana Santa.
TERCERO. Trata de vivirla desde la mirada de alguno de los protagonistas.
Si tenemos la oportunidad de ver la película puede que nos sea más fácil, pero si no con que leamos en los evangelios el relato de la pasión y nos identifiquemos con algún personaje es más que suficiente.
Con la película es más fácil porque podemos ver y oír los mensajes de cada personaje, por ejemplo, María la Virgen, Juan, Pedro, Judas, Pilatos, Herodes o María Magdalena.
Cada uno vivió de forma diferente la Pasión de Jesús y a nosotros también nos pasa porque tenemos diferentes circunstancias.
CUARTO. Trata de aplicarlo a tu vida.
Una vez que vimos la película o leímos el evangelio, es tiempo de analizarnos y ver con que personaje nos identificamos.
Si es necesario, podemos volver a ver la película o leer el evangelio para poner más atención en ese personaje.
Después podemos identificar si hemos vivido así o si podemos aplicar lo que ellos vivieron a nuestras vidas.
De esta forma podremos vivir una Semana Santa muy diferente y muy espiritual.
Para nuestros hijos pequeños puede que la película no sea adecuada pero sí podemos leerles el evangelio y si están muy chiquitos puede ser de una Biblia para niños.
Y QUINTO. Vívela desde la misericordia
La esencia de la Semana Santa es la misericordia, es decir, el Amor infinito que Jesús nos tiene y que por eso padeció una pasión muy ignominiosa y penosa hasta la muerte de cruz.
Por eso es importante que nosotros nos impregnemos de esa misericordia y vivamos esta Semana Santa desde esa misericordia.
Es bueno reconocernos pecadores y también muy amados por Jesús que nos regaló Su misericordia infinita.
Es bueno que a nuestros hijos, desde pequeñitos, les expliquemos y los eduquemos en la misericordia, así no les costará trabajo recibirla y menos ser misericordiosos con los demás.
Ojalá que podamos vivir una Semana Santa muy diferente y muy espiritual en familia.
Por Silvia del Valle
@TipsMama5Hijos
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La vida y cada acontecimiento que vivimos nos van dejando una huella en nuestro corazón que en ocasiones es muy difícil de quitar.
Si no tenemos la costumbre de darle mantenimiento constante por medio del perdón cotidiano es casi seguro que las heridas se hagan muy profundas y muy difíciles de sanar, por eso es importante hacer un ejercicio de perdón cotidianamente, para lograr restaurar nuestro corazón y logras vivir con alegría y en paz todos los días, por eso aquí te dejo mis 5Tips para perdonar y educar a nuestros hijos en el perdón.
PRIMERO. Reconoce lo que sientes.
Es importante aprender a conocernos y ubicar nuestros sentimientos de esta forma podemos identificar el daño que hemos recibido o que nos hemos causado con cada acción.
Y si es importante que nosotros podamos hacerlo, es de vital importancia que lo enseñemos a nuestros hijos para que desde muy pequeñitos aprendan a sanar su corazón y así se eviten mucho dolor en la vida.
Para esto es necesario que nosotros les ayudemos a identificar lo que sienten, que les digamos como se llama lo que están sintiendo.
Por razón natural, nuestros hijos ante cualquier sentimiento su reacción lógica es el llanto, pero es ahí donde debemos entrar nosotros como mamás para explicarles lo que están sintiendo.
Al principio será necesario decirles, eso que sientes se llama enojo, o se llama tristeza, o se llama cansancio, etc. pero conforme van creciendo lo necesario es preguntarles que es lo que sienten y ayudarles a descubrirlo con preguntas guiadas para que ellos lleguen a la conclusión.
La mejor forma de que nuestros hijos aprendan a identificar lo que sienten es que vean nuestro ejemplo y así aprendan a reaccionar ante las diferentes situaciones de la vida.
SEGUNDO. Ubica el momento en que te lastimaron.
Para llegar al perdón es necesario identificar el momento en que nos lastimaron para tratar de regresar a el y sanar ese evento.
En muchas ocasiones, por ser tan doloroso el momento y tan humillante, nuestra mente lo bloquea y lo manda al olvido, pero es importante hacer n esfuerzo y tratar de traerlo a la conciencia.
Con nuestros hijos es importante hacerlos que lo tengan claro para que no les cueste trabajo ubicarlo y así sanarlo.
TERCERO. Justifica a quien te lastimó
Nuestra primera reacción es que culpemos a las personas que nos lastimaron y que tratemos de ver el lado mas negativo a las cosas, pero esto no nos traerá la sanación, por el contrario, nos envenenará más el corazón y cada vez será más complicado identificar con claridad las cosas y los hechos objetivamente.
Si buscamos justificar a las personas es mejor, ya que buscaremos una repuesta positiva a cada situación, por ejemplo, seguro que me trató así porque le dolía algo, o seguro que no me saludó porque no me vio; de esta forma evitaremos dañarnos el corazón y seremos más felices.
CUARTO. Perdona aunque al principio no sea de corazón.
Es importante hacerlo primero por voluntad, aunque no sea por convicción, aunque no sea un perdón profundo porque así nos estamos forzando a perdonar.
No es la mejor forma, pero es la forma más real de perdonar.
Aquí no caben los comentarios como te perdono pero no olvido, porque entonces no estamos perdonando en realidad, solo estamos mandando al cajón del olvido la situación sin arreglarlo.
Es muy importante que como esposos y como familia no nos vayamos a dormir si estamos enojados con alguno de los miembros de la familia porque nadie sabe si al día siguiente amaneceremos.
Es por eso que es tan importante poner toda nuestra voluntad en perdonar.
Y QUINTO. Ama a quien te lastimó.
Es importante que como último punto para sanar el corazón, sepamos amar a quien nos ha lastimado y verlo como alguien que está enfermo del corazón y por eso debemos justificarlo y Amarlo.
Siempre es más fácil odiar a quien te lastima, pero es más formativo y sana más amar a quien nos ha dañado.
Podemos enseñar a nuestros hijos a amar a su hermano que les ha maltratado y ponerlos frente a frente y pedirles que se ofrezcan disculpas y que además se abracen y se digan que se quieren.
Con estas pequeñas acciones nuestros hijos verán esto como lo más natural.
Y el ambiente familiar será más agradable y nuestro corazón estará reparado y sanado, listo para llenarse de cosa buenas.
El perdón es la solución para revitalizar el corazón y tomar fuerzas para seguir.