Estamos en la víspera de la consumación de un acontecimiento de la más lamentable notoriedad: la privatización del PRI. El PRI, reúne a sus consejeros, a quienes no pide consejo alguno, sino que los instruye para que voten, sin chistar, sin entrar en "discusiones estériles", como las califica el secretario de Gobernación, lo que se les proponga, independientemente de lo que esto sea, para satisfacer de la manera más vergonzosa, más humillante, más sumisa, más ignominiosa, el mandato que los administradores del país reciben de sus dueños: los organismos internacionales.
En la entidad se ocupa que alguien nos explique las decisiones y motivaciones de los políticos, porque se hacen las cosas al revés y en sentido inverso a lo que declaran.
Las complicaciones cuando se rompe el Estado de derecho para tratar de compensar las acciones de la delincuencia organizada, pueden ser insólitas y muy complicadas.
Los productores agrícolas miembros de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, están ante dos aspirantes para dirigir la organización. César Campaña, ex dirigente nacional de los productores de agricultura protegida, y Gonzalo Beltrán Collantes, ex dirigente de cañeros y graneros.