Nunca en los últimos tiempos, 15 días escasos después de iniciada la nueva administración sexenal, y 14 desde la firma del Pacto por México, las diferencias y abierta confrontación entre legisladores panistas y su dirigencia nacional a causa del entreguismo de Gustavo E. Madero al gobierno priista —"a cambio de nada: sin ganancias concretas que eleven nuestro nivel competitivo de cara a próximas elecciones…"— fueron más evidentes que hoy.
En México estamos viendo la renovación de los grupos de poder político que alternan entre sexenio y
sexenio, con promesas de cambio para renovar la esperanza política de los mexicanos, que vive entre la frustración y la desesperanza.
No me puedes detener. Soy una estrella del rock. John Lydon
Mientras grabo un programa de televisión en el centro histórico de la ciudad de México conozco a un mando medio de la Policía Auxiliar del Distrito Federal.
El panorama político en Sinaloa empezó a dejar ver un nuevo horizonte, un esquema que hasta hace
algunos meses cuando Enrique Peña Nieto estaba en campaña no se vislumbraba lo suficiente, pero todo índica que el ambiente de derrota que había en Sinaloa se vuelve a renovar con el nombramiento de Jesús Aguilar Padilla, y dejó percibir que lo construido políticamente por Jesús Vizcarra Calderón en campaña está sólo en receso. La visión de Jesús Aguilar Padilla acerca de la vida política en Sinaloa, la interrelación de sus fuerzas con los grupos locales, las alianzas mismas con los grupos nacionales, serán los diseños políticos que marcarán el nuevo rumbo político del grupo más fuerte del PRI en Sinaloa.