Pedro de Legarreta

La aprobación del matrimonio gay en Irlanda.- El pasado 22 de mayo se sometió a consulta popular en Irlanda el matrimonio homosexual, resultando con más del 60% el apoyo al SI, con lo que este país de raíces católicas se convirtió en el primero del mundo en aprobarlo por esta vía.

El Vaticano consideró que la aprobación por referéndum de las uniones gay en Irlanda “no es solo una derrota de los principios cristianos, sino un poco una derrota de la humanidad”, afirmó el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, e indicó que esta realidad debe tenerla en cuenta la Iglesia para reforzar la evangelización de la cultura.

Por su parte, el Arzobispo de Dublín expresó al diario italiano La Stampa su preocupación por las consecuencias que esta enmienda puede traer para la Iglesia en Irlanda. "El primer ministro católico (el democristiano Enda Kenny) asegura que para las iglesias no cambiará nada, pero serán los tribunales los que tendrán que aplicar la ley", advirtió.

Mons. Martin indicó que lo que ha sucedido “es un cambio considerable cuyos efectos concretos son imprevisibles”. “El matrimonio en la iglesia es también un matrimonio civil y las parejas gay que serán rechazadas por el párroco podrán ir a los jueces acusándonos de discriminaciones si la legislatura no pone límites”, señaló.

“En las escuelas católicas los profesores de educación cívica serán obligados a decir que el matrimonio es también entre personas del mismo sexo. Todo esto creará problemas”, advirtió el Prelado irlandés.

Sin duda esta situación tiene su origen en el pobre sentido que le damos al matrimonio. Esta milenaria institución, no se origina, desde el punto de vista social, con el objeto de legislar el amor entre dos personas, el cual está fuera de cualquier regla, lo que buscó desde un principio fue la protección de la parte más débil en la familia, que son los hijos y los cuales tienen derecho a un padre y una madre y solo pueden ser concebidos en una unión heterosexual. En un mundo donde la descendencia ha perdido mucho de su atractivo, convirtiéndose en una carga en muchos casos e incluso casi en una maldición, es entendible que se oriente el matrimonio hacia la convivencia de la pareja y se llegue a la conclusión de que es por ellos que existe la ley, desafortunadamente en los años por venir tendremos la oportunidad de ver el error tan grave que hoy estamos cometiendo.