Estamos a pocos días de que se haga efectiva la dimisión de S.S. Benedicto XVI, el próximo jueves a las 20 horas se declarará sede vacante e iniciará el proceso de elección del próximo sumo pontífice, en tanto, “Habemus papam”. Efectivamente, Benedicto no ha disminuido su actividad en estos días, este domingo, como todos, salió a rezar el Ángelus a la Plaza de San Pedro, donde envió un emotivo mensaje, con la profundidad doctrinal ya acostumbrada por este Papa/Maestro, en el centro de su mensaje, destaca la importancia de la oración: “Meditando este pasaje del Evangelio, podemos aprender una enseñanza muy importante. Ante todo, la primacía de la oración, sin la cual todo el empeño del apostolado y de la caridad se reduce a activismo. En la Cuaresma aprendemos a dar el justo tiempo a la oración, personal y comunitaria, que da trascendencia a nuestra vida espiritual.”
Sin duda estos últimos días de su pontificado estarán llenos de mensajes, especialmente para los obispos y cardenales, pero no nos enteraremos de todo, a los medios les resulta más atractivo hablar del futuro, de lo que no saben, de lo que infieren y de lo que les sale de las tripas. Como sea, Benedicto XVI ha logrado colocar a Dios en la historia, nuevamente.