Está a discusión en la Cámara de Diputados, el dictamen para acotar el fuero del que gozan algunos servidores públicos, particularmente los diputados y senadores; quienes en repetidas ocasiones, ya sea de esta u otras legislaturas, se ven envueltos en escándalos de los que no responden por la protección que les brinda la ley.
El objetivo del fuero constitucional es que los legisladores no puedan ser molestados en sus personas o en sus bienes, por las ideas políticas que manifiestan; sin embargo, esto se ha vuelto patente de corso, ya que pueden ser descubiertos en fragrante delito y salir impunes de la situación argumentando el famoso fuero constitucional.
A pesar de las deficiencias de nuestro sistema político, ya es muy difícil que hoy se pretenda sancionar a un diputado por su forma de pensar, existen otros mecanismos por los que son cooptados, asustados o vulgarmente comprados; el fuero es una necesidad de un pasado no muy lejano, pero si aparentemente superado, por lo que es muy positivo que desaparezca esta figura o al menos sea seriamente acotada. Eso sí, se debe seguir protegiendo al legislador para que pueda expresar libremente su pensamiento en la tribuna y defienda los intereses del pueblo, nunca se sabe, a lo mejor un día de estos nos sacamos la lotería.