"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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InicioEN LA OPINION DE:El dinero público

El dinero público

Pedro de Legarreta Lores

dinero-publlicoMi padre siempre me dijo que lo que era de todos, terminaba por no ser de nadie, y como a nadie le preocupaba, se desperdiciaba, descomponía o despilfarraba. ¡Cuánta razón hay en esas palabras!

Efectivamente, el dinero público, que nos pertenece a todos los mexicanos, es utilizado por una camarilla como si fuera de su propiedad… pero como es de todos, ¿a quién le importa?

El reciente caso de las liquidaciones de los consejeros salientes del desaparecido Consejo Estatal Electoral es una muestra, pero lo mismo ocurre en la Cámara de Diputados, donde los presidentes de cada una de las 56 comisiones recibirán más de 400 mil pesos mensuales para gastar a discreción, y la supuesta planeación del gasto de 2016 que se presumió con una base cero que en realidad no ahorra costos significativos para la sociedad y que contempla un importante endeudamiento de las instituciones públicas.

Pero en esto, todos somos responsables. Los mexicanos estamos acostumbrados a dejar pasar las cosas, nos escudamos en que nada se puede hacer, que de todas formas la corrupción prevalecerá, que nadie escucha al ciudadano común pero, ¿usamos los mecanismos que tenemos a la mano para que la autoridad rinda informes, cumpla las leyes o evite infringirlas? Lamentablemente la respuesta es que no. Fuera de unos pocos, la mayoría de los ciudadanos ignora las atribuciones y responsabilidades que le tocan en la construcción y defensa de su país.

Lo más grave es que con el dinero, alimentamos y promovemos conductas indeseables en nuestras autoridades, si, porque ese dinero mal habido, mal ganado, fruto de la corrupción, el fraude o la mañosa aplicación de las leyes, terminan utilizándolo para conseguir más favores, puestos o canonjías.

Los ingleses dicen que hay que cuidar los peniques porque las libras se cuidan solas… nosotros lo hemos oído diciendo que hay que cuidar los centavos porque los pesos se cuidan solos, ¿pero es así en verdad? Lo malo es que en México no cuidamos ni los centavos ni los pesos; no cuidamos los centavos de la corrupción hormiga porque en muchas ocasiones encontramos la forma de favorecernos de ella para avanzar más rápido en la fila, evitar las sanciones por una falta de tránsito o el incumplimiento de alguna norma en el negocio, pero tampoco cuidamos los pesos del gran gasto que se ejecuta en el gobierno, porque nos es más sencillo permanecer indiferentes, lejanos, no comprometernos.

En México hemos alcanzado grandes cambios en el proceso democrático, pero hoy reafirmar ese proceso requiere de nuestra participación y compromiso, la democracia en nuestro país está en riesgo si queda en manos de unos cuantos, pero con la participación de todos se pueden lograr cambios significativos, incluso en el rubro del manejo del dinero, ¿te animas a participar?