Pedro de Legarreta Lores
El motivo fundamental del viaje del Papa Francisco es el Encuentro Mundial de las Familias que se llevará a cabo a partir de este sábado, sin embargo hasta ahora ha despertado muchos comentarios su visita a Cuba y su llegada a Estados Unidos, de manera especial su discurso ante el Congreso de Estados Unidos.
Siempre cuesta trabajo entender que un dignatario que suele hablar sobre la moral y el bien de la gente se reúna con dictadores y departa con ellos, al tiempo que rechaza reunirse con la oposición y no realiza ninguna condena sobre las múltiples injusticias que se realizan bajo los regímenes autoritarios; pero también ese juicio se olvida que un Papa no es solo un representante de un Estado soberano, es también dirigente y responsable de la vida, la organización y supervivencia de la Iglesia en Cuba. Cualquier acción, además de ser rechazada y minimizada, e incluso dentro de lo posible ocultada por las autoridades locales, causaría represalias contra los obispos, sacerdotes y laicos que permanecen en la isla después de la partida del Pontífice. Por otra parte, el acercamiento y diálogo con las autoridades cubanas ha logrado otra serie de beneficios para la sociedad en general y de alguna manera va debilitando y resquebrajando el autoritarismo aún dominante.
Muy distinto es presentarse ante el Congreso del, todavía, más importante actor político del concierto mundial. Las palabras del Papa Francisco en el Capitolio no tenían como destinatarios únicamente a los representantes y senadores de la Unión Americana, sino que utilizó este escenario para dirigirse, así lo señaló, al pueblo norteamericano todo… y aunque no lo dijo, al resto del mundo occidental donde sus palabras están siendo y seguirán siendo reproducidas, analizadas y reflexionadas por cientos de miles de personas y miríadas de líderes sociales, económicos y políticos.
Los temas escogidos por el Papa son un compendio de la problemática que enfrenta la civilización de tradición judeocristiana: los refugiados y migrantes que llegan a nuestros territorios; el derecho a la vida, el aborto y la pena de muerte y el tráfico de armas; el cambio climático y el cuidado del medio ambiente y finalmente, la juventud y la familia con oportunidades en el mundo… todos ellos temas que tenemos que revisar y reflexionar.