"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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Autoritarismo y elecciones

stf02Pedro de Legarreta Lores

Ser autoritario y buscar un puesto de elección popular es contradictorio. El todavía alcalde de Culiacán, Sergio Torres Félix, pretende ser gobernador de Sinaloa, sueño que seguramente se desvanecerá el día de mañana que se reúnan en el CEN del PRI y les avisen que el candidato será Oscar Lara, Quirino Ordaz, Aarón Irizar... o Gerardo Vargas o David López, pero nunca el padre de los Morrines. Y en buena medida esto será por su falta de sensibilidad ante las demandas de la ciudadanía, que si bien le dio like a su iniciativa de poner figuritas en las calles para promover los valores, todos los días se enfureció por las muestras de ineficiencia del gobierno municipal, con mala planeación de obras, cero impulso a proyectos que generen empleo para los culiacanenses y baches en cada calle de la ciudad.

No por que la prensa diga lo que el gobernante quiere oír, significa que los ciudadanos terminarán aceptando esa posición. Él debería saber que si la prensa lo halaga, es por las cantidades ingentes de dinero que se aplican en publicidad (por no mencionar al consabido chayote) y no porque efectivamente esté haciendo las cosas muy bien. Voces desde la ciudadanía, de los más diversos grupos sociales, económicos y generacionales han manifestado su descontento con la remodelación de la Avenida Álvaro Obregón y, peor aún, con la implementación del Par Vial Obregón-Serdán. Ningún ciudadano se traga aquello de que es un proyecto largamente planeado, que es una urgente necesidad de la ciudad o que su principal interés es tomar decisiones a favor del pueblo aunque le cuesten en popularidad... todos saben que lo que importa es el moche, el dinero que percibirá por los beneficiarios de la obra... las empresas constructoras, las cuales de paso, son las mismas que han remodelado las calles Escobedo y Colón y que por cierto hicieron un trabajo muy deficiente.

Todo esto se va a reflejar en las urnas el próximo 5 de junio, y si Sergio Torres piensa que no le va a afectar (porque a estas alturas ya debe saber que no va a ser el candidato), puede estar seguro de que sus correligionarios del PRI le reclamarán haber llevado una administración municipal tan desordenada, ineficiente e insensible a las necesidades sociales... ¿o cree que podrá ser Secretario de Obras Públicas? Cuando las obras de Culiacán están hechas con las patas; ¿de Desarrollo Económico? Cuando los negocios de la capital del estado no han tenido oportunidad de crecimiento en los últimos dos años, ¿de Desarrollo Social y Humano? Cuando trata a los demás como sirvientes o, en el colmo de la desfachatez, ¿Secretario General de Gobierno? Cuando huye al diálogo con la sociedad y los que piensan distinto de él, además de ser incapaz de reconocer lo que dice la ley, aunque lo tenga escrito en la frente.

La remodelación de la Avenida Obregón es el último clavo al féretro político de Sergio Torres, quizá aún no se da cuenta, pero este garrafal error lo dejará totalmente fuera de la jugada. ¿O usted que opina?