Klaus Feldmann Petersen
San Lucas en su Evangelio (2, 41-52) nos pinta a la familia de Jesús (La Sagrada Familia) como una típica familia israelita, piadosa, apegada a las tradiciones y cumplidora de la Ley de Dios.
Hemos mencionado que en Inglaterra y Estados Unidos, en investigaciones independientes recientes, encontraron que la gente de las naciones hispanas es la más feliz y que esto está motivado por un mayor sentido de la familia.
Si tomamos el ejemplo de la Sagrada Familia a la que acabamos de celebrar, podemos mejorar aún más esa condición. La unidad, el respeto, la armonía, la fortaleza, el amor, lo podemos acrecentar si nos fijamos en Jesús, José y María, en su relación, en su trabajo, su confianza en Dios y su amor a Él, así como la aceptación de su Voluntad.
La población del mundo sería mucho más feliz. El cada vez más grave problema del medio ambiente, el problema de la seguridad y la violencia, la productividad, la pobreza y el hambre, serian superados fácilmente por gente que es feliz, porque tiene un gran sentido de la familia y sabe darse una a otra.
Estamos acostumbrados, cuando hablamos de Apariciones de la Santísima Virgen María, a pensar en la de la Virgen del Pilar, la de Fátima, la de Lourdes, y para nosotros sobre todo la Aparición de Santa María Reina la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, la única pintada por la mano de Dios. Sin embargo, sobre todo en los últimos tiempos, ha habido Apariciones en muchas partes del mundo, algunas reconocidas y aceptadas por la Iglesia, después de un cuidadoso estudio, y otras muchísimas que están siendo investigadas, pero aun no aceptadas.
Por cada aparición aceptada de la Santísima Virgen hay un Santuario, al que acuden muchísimos peregrinos, los que frecuentan aun a los de advocaciones no confirmadas, las peregrinaciones son constantes. De todos los Santuarios del mundo, el más visitado es el de Nuestra Señora de Guadalupe, con más de 20 millones de peregrinos al año. Le siguen Lourdes, Fátima y otros, como también de devociones que surgieron espontáneamente.
De unos y otros podemos citar el de la Virgen del Pilar, el de Covadonga, de Monserrat, el de Triana y el de la Macarena y otros. De apariciones actuales están la de Garabandal y el Escorial y otras en España. De las apariciones actuales en el mundo, algunas confirmadas y otras en estudio, están la de Akita en Japón, la de Ámsterdam en Holanda, Balestrino y Belluno en Italia, Banneux en Belgica, Bayside en Estados Unidos, Betania en Venezuela, Cuapa en Nicaragua; Damasco, Siria; Dozule y la Isla de Bouchard en Francia; Gala y Medjugorje en Yugoslavia, Kibeho en Ruanda; Zeitoun y Shoubra El Cairo en Egipto; San Nicolas Buenos Aires en Argentina, Naju en Corea, Peña Blanca en Chile, Tierra Blanca Querétaro en México, y muchas más.
De los Santuarios en México, después del Tepeyac, le siguen como los más visitados, el Santuario de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en Jalisco con 7 millones, viniendo luego Nuestra Señora del Rosario en Tlapa, Jalisco, y Nuestra Señora de Chalma; cada uno con 3 millones de peregrinos, siguiendo de cerca la Virgen de Zapopan con 2.5, así como el de Nuestra Señora de Ocotlán en Tlaxcala, existiendo muchos más de los cuales no tenemos registro.
Curiosamente, de Nuestro Señor las Apariciones no son muchas. Se les apareció a las mujeres y a los apóstoles, siendo la ultima la de Saulo en el camino a Damasco al caer del caballo, y después de la única de la que tengo conocimiento es la de Jesús Señor de la Misericordia en Polonia a Sor Faustina Kovalska. En Tierra Santa existen varias Basílicas dedicadas a estas apariciones y por supuesto en Polonia se venera la Imagen del Señor de la Misericordia, cuya Imagen existe ya en todas las iglesias del mundo, lo que también se puede decir de la Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
Aunque en Nuestro Señor sus apariciones no son tan numerosas como los de su Santa Madre, han surgido el siglo pasado muchísimos monumentos en todo el mundo para honrarlo.
Inspirado por el Movimiento Cristero y la gran devoción del pueblo mexicano a Cristo Rey, al que ya antes se había iniciado un monumento a Cristo Rey destruido por Obregón, Su Santidad Pio XI, el 11 de diciembre de 1925 (Víspera de la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe), con su Encíclica "Quas Primas" instituye mundialmente la Fiesta de Cristo Rey.
La respuesta en el mundo, sobre todo en los países hispanos, es maravillosa. El mismo año de 1925 se construye en Brasil el Cristo del Corcovado de Rio de Janeiro y el de Combonu. Existía ya el Cristo de los Andes entre Chile y Argentina, y se levantan el de Tucumán y el de Tupan gato en Argentina, en Colombia el Cristo de los Cristales y el de Cochabamba, el de Lisboa, el de Noas en Torreón, el Ejecutla en Jalisco y el de Pachuca Hidalgo, el de La Habana en Cuba, en España el de Otero Palencia y el de Santander, en Perú el del Pacifico en Lima y el de Yungay en Huascaran. Llama la atención el de Swiebolzin en Polonia de los últimos años y el de mayores proporciones en el mundo, así como el del Mar de Bering construido por esquimales católicos. Está el del Paso, Texas y Solid Rock en Estados Unidos, el de Dili en Timor Oriental, el Cristo Sumergido de Génova, el de las Montañas de Querubines en Siria y otros.
Es notorio que en los países católicos, es donde se encuentran el mayor número de Santuarios del mundo, principalmente en los países Hispanos, lo que coincide en que en ellos es donde la gente es más feliz, según las investigaciones citadas, y que esto es por su mayor sentido de la familia.
La madre es el corazón y el alma de la familia y la familia es la base de la sociedad, por lo que debemos defenderla con dientes y uñas de los ataques de la Mafia de izquierda que a través de la Cultura de la Muerte trata de destruirla y pervertirla.
En la SAGRADA FAMILIA, la Santísima Virgen siempre estuvo al lado de Nuestro Señor como Madre en su Obra Redentora y es significativo que ha habido más Apariciones de Ella que de Jesús Nuestro Señor, como si Él nos quisiera indicar, hacer ver, que la instauración de la Cultura de la Vida y del Amor, para triunfar en la lucha por el medio ambiente y superar igualmente todos los demás grandes problemas, deberá ser con la intervención de su y nuestra Madrecita. Muy acertadamente San Ignacio de Loyola, a quien admiro especialmente, lo indicó muy claramente: "Ad Jesum per Mariam" ¡A Jesús por María!
¡La Sagrada Familia en el ojo del huracán!