En los primeros cien días del gobierno de Enrique Peña Nieto han ocurrido gran cantidad de eventos vinculados a su labor como titular del ejecutivo, unas son positivas, otras son preocupantes, alguna más es un doble mensaje que habrá que aclarar en el transcurso de los próximos meses para definir las intenciones reales del presidente y sus colaboradores, finalmente hay algunas pifias de las que no se ha podido sustraer el ejecutivo en su actuar y que recuerdan aquella de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara y de la que tanto dio de que hablar. En el lado de lo positivo podemos encontrar la firma del Pacto por México y la aprobación de la Reforma Laboral, una reforma que se queda corta para las necesidades de trabajo que demandan los jóvenes hoy, pero que abre la posibilidad de seguir avanzando en el camino correcto, también es positivo el distanciamiento del ejecutivo de los temas de seguridad, que no indican que se estén desatendiendo, simplemente que no se les está dando la publicidad que se les dio antes y por tanto no afectarán tanto la imagen del país. En lo negativo encontramos algunas actitudes del priismo, particularmente la negativa a que el senado ratifique los nombramientos en materia de seguridad y la asunción del presidente de la república como el primer priista del país, lo que nos lleva 20 años hacia atrás. La detención de Elba Ester Gordillo se ubica en la ambigüedad, y como ya se mencionó aquí, dependerá de la actitud del gobierno frente a otros abusivos del poder, sin importar su filiación política, de lo contrario se podría pensar que se tiene a la justicia como una herramienta para dirimir confrontaciones políticas. Finalmente las pifias, no ayudan al desarrollo de un trabajo a favor de México, como el saludo militar o dormirse en el velorio de Chávez, pero finalmente debemos recordar que el presidente es solo un ser humano más, de donde se deduce que estos errores seguirán.