Annuntio vobis gaudium magnum; habemus Papam: Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Georgium Marium Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio qui sibi nomen imposuit Franciscum.
Así se dio a conocer al primer Papa latinoamericano en la historia de la Iglesia, el primero no europeo en más de 1.300 años, pero más allá de los datos curiosos, veremos una manera de ejercer el papado muy diferente de la que estamos acostum-brados. La vida personal del Cardenal Bergoglio está empapada, efectivamente, por la espiritualidad de Francisco de Asís, ese que le dijo a un Papa: ¿Qué hace aquí aden-tro?, los pobres están allá afuera. Un arzobispo que vivió en un cuartito, que utilizó el transporte público y que les dice hipócritas a los sacerdotes que no bautizan a los hijos de las madres solteras. Pero también un Obispo que se enfrenta al poder temporal, que señala los errores de quienes atacan la institución de la familia, quienes atentan contra el sagrado derecho a la vida, denuncia la corrupción y la trata de personas. Pero sin duda, a la luz de los últimos comentarios de Benedicto XVI y de la homilía inaugural del cónclave de Ángelo Sodano, una frase pronunciada por el ahora Papa será su guía: La fuerza de la Iglesia -indicó el entonces Cardenal en el sínodo sobre la nueva evangelización- está en la comunión y su debilidad en la división y en la contraposición. Demos gracias y bendigamos a Dios por este nuevo Papa que nos regala.