Pedro de Legarreta Lores
Racismo y control de armas en Estados Unidos
El lamentable tiroteo en la ciudad de Texas abre nuevamente el debate del racismo y del control de armas en Estados Unidos, temas muy controvertidos en año electoral. Tanto Hillary Clinton como Donald Trump se han manifestado sobre ellos, destacando el distinto enfoque que tienen los dos partidos tradicionales de Norteamérica. Pero lo más grave es la división que se genera en el seno de la propia sociedad: el racismo es parte fundamental de la cultura estadounidense, y no se trata de los blancos, sino de cada una de las distintas culturas e idiosincrasias que conviven en el crisol que es esa nación. Blancos, negros, hispanos, asiáticos, árabes, hindúes... cada uno conservando parte de su legado ancestral y todos asumiendo la cultura del ejercicio de la libertad que caracteriza a la todavía mayor potencia mundial.
Cuba ante la apertura
El presidente Raúl Castro reconoció la profundización de la crisis económica, ya prevista por los socios comerciales y financieros internacionales, y presentida con horror por los cubanos, al clausurar la reunión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) el 8 de julio. Sencillamente no hay liquidez, no hay dinero. El Producto Interno Bruto (PIB) solo creció en 1%, la mitad de lo previsto. Esos resultados demuestran la incapacidad de movilizar la economía con las medidas que desde hace más de 5 años pretenden actualizar un modelo fallido, y a pesar de 2 congresos del Partido Comunista de Cuba (PCC), la apertura del presidente Obama, las cancelaciones de deudas por los principales acreedores, y la ampliación de la colaboración con China, Rusia, Japón, países árabes y otros. Raúl Castro atribuyó el bajo crecimiento del PIB a la agudización de restricciones financieras externas debido al descenso de los ingresos por exportaciones, las limitaciones que afrontan algunos de los principales socios comerciales, especialmente Venezuela, y la caída del precio del petróleo.
Una nueva Primera Ministra Británica para enfrentar el brexit
La de Theresa May ha sido la campaña presidencial más corta de la historia. Una hora después de inaugurarla en Birmingham ya era virtualmente primera ministra. Su contrincante, Andrea Leadsom, comparecía al mediodía del lunes en Londres para anunciar que se retiraba de la batalla para suceder a David Cameron porque no contaba con los apoyos suficientes "para liderar un Gobierno fuerte y estable". May accedió al cargo este miércoles, 20 días después del referéndum que desató la locura. El lunes por la tarde compareció ante las cámaras para decir que se sentía "honrada" y repetir sus tres prioridades: construir un liderazgo fuerte "en tiempos de incertidumbre política y económica", garantizar el mejor trato posible con la Unión Europea y lograr la unidad del país. "Vamos a forjar un nuevo lugar para nosotros en el mundo. Brexit significa brexit, y vamos a hacer un éxito de ello". Ante la historia , Theresa May tiene un obstáculo que franquear. Es la segunda mujer en liderar a los británicos, y las comparaciones serán inevitables.