Bernardo Ardavín Migoni

Las tensiones político-electorales se infiltran en todo nuestro acontecer nacional

Los problemas que México está viviendo en su economía, en el deterioro de la gobernabilidad por la violencia impune, los escándalos de corrupción y las soluciones aparentemente incompletas o fallidas del gobierno para resolverlos, están contaminados por los cálculos político-electorales para conservar y acrecentar el poder del Sistema Político Mexicano.

Esos cálculos mantienen a los políticos prácticamente al margen de preocupaciones auténticas para la consecución del bien general del país y, especialmente, para cuidar el beneficio de la mayoría de nuestra población hundida en la pobreza y en una educación de calidad lamentable.

El presidente Peña Nieto dijo: "Algunas decisiones... quizás hoy no se terminen de entender... pero estoy seguro llegará el momento que se comprenda el porqué de cada decisión tomada..."

Ya se entregó el proyecto de presupuesto

La Cámara de Diputados recibió el Presupuesto para el año próximo, de manos del nuevo secretario de Hacienda José Antonio Meade, quien posiblemente haya tenido la oportunidad de hojearlo y asumirlo como propio, aunque ya hubiera sido diseñado, de cabo a rabo, por Luis Videgaray.
La reacción del sector privado y de las calificadoras ha sido de una desaprobación cautelosa pero firme, porque aceptando que la dirección de las presuntas correcciones sea adecuada, desde un punto de vista cuantitativo resultan insuficientes para disminuir el riesgo que nos amenaza. También, la asignación de los recursos ha sido fuertemente criticada.

Aparentemente, la lógica del gobierno es obtener suficientes recursos para la instrumentación de sus estrategias electorales, tope donde tope y le pese a quien le pese.

¿Qué debemos hacer?

Si la situación política se agrava, habrá necesidad de encontrar los "chivos expiatorios" que permitan enderezar el descontento y las protestas hacia ellos. Quizás ahí pudiéramos encontrar la explicación de la aparente falta de lógica de nuevas cruzadas, emprendidas por el gobierno, como la promoción de las reformas que han generado tanto descontento, como el llamado "matrimonio igualitario", la imposición de la ideología de género en la educación, y otras lindezas semejantes.

Los paganos podrían ser algunos Medios y ciertos comunicadores, el sector privado y ciertos empresarios, las Iglesias y algunas ONG's y OSC's...

No podemos permitir que se limite el derecho a la libre expresión de las ideas, la libertad de religión, la de educación, y la posibilidad de oponerse a las leyes injustas que violan los derechos humanos. Necesitamos evidenciar nuestra protesta participando en todas las expresiones de inconformidad, depurando nuestra argumentación para evitar distorsiones y confusiones de partes interesadas.