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La Voz del Papa: La resurrección, fundamento de la fe

angelus161106Texto completo del papa Francisco en el ángelus del domingo 6 de noviembre de 2016

"Queridos hermanos y hermanas, buenos días. A pocos días después de la solemnidad de Todos los Santos y de la Conmemoración de los fieles difuntos, la liturgia de este domingo nos invita nuevamente a reflexionar sobre el misterio de la resurrección de los muertos.

El Evangelio presenta a Jesús que se enfrenta con algunos saduceos, los cuales no creían en la resurrección y concebían la relación con Dios solamente en la dimensión de la vida terrena.

Y por lo tanto para poner en ridículo la resurrección y en dificultad a Jesús le proponen un caso paradójico y absurdo: el de una mujer que tuvo siete maridos, todos hermanos entre ellos y los cuales murieron uno después del otro. Entonces la pregunta maliciosa dirigida a Jesús es: ¿aquella mujer en la resurrección de quién será esposa?
Jesús no cae en la trampa y reitera la verdad de la resurrección explicando que la existencia después de la muerte será diversa de aquella en la tierra. Él hace entender a sus interlocutores que no es posible aplicar las categorías de este memundo a las realidades que van más allá y son más grandes de lo que vimos en esta vida. Dice de hecho: "Los hijos de este mundo toman mujer y toman marido pero aquellos que son juzgados dignos de la viga futura y la resurrección de los muertos, no toman ni mujer ni marido".

Con estas palabras Jesús quiere explicar que aquí en este mundo vivimos realidades provisorias que terminan. En cambio en el más allá, después de la resurrección, no tendremos más la muerte como holizonte y viviremos todo, también las relaciones humanas, en la dimensión de Dios, de manera transfigurada.

También el matrimonio signo e instrumento del amor de Dios en este mundo resplandecerá transformado en plena luz en la comunión gloriosa de los santos en el paraíso.

Los "hijos del cielo y de la resurrección" no son unos poco privilegiados, sino todos los hombres y todas las mujeres. Porque la salvación traída por Jesús es para cada uno de nosotros. Y la vida de los resucitados será similar a aquella de los ángeles, o sea toda sumergida en la luz de Dios, toda dedicada a su alabanza, en una eternidad llena de alegría y de paz.

Pero atención, la resurrección no es el hecho de resurgir después de la muerte, sino un nuevo tipo de vida que ya podemos experimentar hoy; es la victoria sobre la nada que ya podemos pregustar.

La resurrección es el fundamento de la fe cristiana. Si no existiera la referencia al paraíso y a la vida eterna, el cristianismo se reduciría a una ética, a una filosofía de vida. En cambio el mensaje de la fe cristiana viene desde el cielo, es revelado por Dios y va más allá de este mundo.
Creer en la resurrección es escencial para que cada acto de nuestro amor cristiano no sea efímero y finalizado a sí mismo, sino que se vuelva una semilla destinada a brotar en el jardín y a producir frutos de vida eterna.

La Virgen María, reina del cielo y de la tierra nos confirme en la esperanza de la resurrección y nos ayude a hacer fructificar las obras buenas y las palabras de su Hijo, sembradas en nuestros corazones".