José Antonio Ortega Sánchez
En el año 64 después de Cristo, la ciudad de Roma, capital del imperio romano, fue parcialmente destruida por un pavoroso incendio que duró cinco días. Los enemigos de Nerón, el emperador romano, hicieron correr la versión de que él había ordenado incendiar Roma, para disfrutar el espectáculo de la ciudad en llamas.
La mayoría de los historiadores no apoyan esta versión del incendio de Roma y probablemente es falsa, pues lo más probable es que se haya tratado de una conflagración accidental. Lo que no es falso es que el actual incendio de México fue provocado por el gobierno. No fue un accidente elevar el precio de la gasolina, como tampoco lo es que a este primer gasolinazo seguirán otros gasolinazos.
Para un gran atraco, grandes mentiras
Se trata de un gran atraco de cuando menos 200 mil millones de pesos en contra de los mexicanos, el cual se basa en dos grandes mentiras: 1) el aumento del precio internacional de la gasolina y 2) la necesidad de mayores ingresos públicos ante el ¡aumento del precio del petróleo!
Dice el Presidente Enrique Peña que el aumento del precio de la gasolina era inevitable porque la mayor parte de este combustible no se fabrica en México, sino que se importa y el precio internacional de la gasolina subió en un 60% el año pasado.
Pero esta afirmación es completamente falsa. El precio del galón de gasolina en Estados Unidos, país al que México le compra casi dos terceras partes de lo que consume, no ha subido sino que ha bajado. En 2013 el galón de gasolina se vendía a 3.58 dólares, en 2014 bajó a 3.44 dólares, en 2015 volvió a bajar y el precio fue de 2.51 dólares y en 2016 todavía bajó más, al venderse en 2.25 dólares. El año pasado con relación a 2015 el precio de la gasolina no subió 60%, sino que bajó 10% y entre 2013 y 2016 la baja fue todavía más pronunciada: del 37%.
La segunda justificación para el gasolinazo, la de la baja de los ingresos del gobierno debido al aumento del precio internacional de petróleo es absurda, porque si el crudo es más caro ello significa mayores ingresos de la empresa estatal PEMEX y por ende mayores ingresos públicos. En diciembre de 2015 el precio del barril de petróleo de la mezcla mexicana era de 28 dólares y un año después ya era de 46 dólares, es decir, un 64% más dinero por el petróleo mexicano vendido y por tanto un 64% más de ingresos para el gobierno.
Sin embargo, cuando se consulta los datos sobre el valor de las exportaciones de petróleo en 2016, éste sería de 16 mil millones de dólares, cifra inferior a la de 18 mil millones de dólares en 2015 ¿Cómo es posible que si el volumen de la producción de petróleo de PEMEX en 2016 fue la misma que en 2015 –de alrededor de 2.3 millones de barriles de crudo por día– el valor de las exportaciones haya sido menor el año pasado que en 2015, cuando ahora el precio del petróleo es 64% más elevado?
Con base en estas increíbles cifras, el gobierno dice: hay menos ingresos, yo me he apretado el cinturón y ahora le toca a ustedes los ciudadanos apretarse el suyo y aguantar callados el gasolinazo.
Pero ¿de veras el gobierno se ha apretado el cinturón? Según el Presidente Peña, el gobierno federal hizo recortes a su gasto para ahorrar 189 mil millones de pesos, pero eso no es verdad, según documentos oficiales. El presupuesto de egresos en 2016 fue de 4 billones 784 millones de pesos y el de 2017 es de 4 billones 889 mil millones de pesos. El presupuesto en 2017 no es de 189 mil millones de pesos menos que en 2016, sino de 105 mil millones de pesos más.
De modo que, si la justificación del gasolinazo no es sino una sarta de mentiras, debemos preguntarnos ¿para qué el gobierno le prendió fuego al país?
El grupo de ciber-terroristas y saqueadores mejor informado de la historia
Otras interrogantes son: ¿el gobierno previó el gran descontento social que el gasolinazo provocaría y por qué hubo una acción tan articulada de instigadores de la violencia que se dedicaron a promover los saqueos y la psicosis mediante informaciones falsas?
Muchos han acusado al propio gobierno federal de estar detrás de los instigadores de la violencia para con ello inhibir la protesta social pacífica que, de otra forma, habría tenido proporciones masivas sin precedente.
No sería la primera vez que la provocación fuera utilizada para la desmovilización social. En 2013 la concentración de la CNTE en la Ciudad de México, sirvió para inhibir la movilización pacífica tanto contra la reforma energética como contra el alza de impuestos.
Lo que llama la atención sobre las acciones de los instigadores de la violencia son dos aspectos:
• La gran coordinación de los ataques tanto en redes sociales como en la organización de las turbas de saqueadores.
• La gran preparación previa, con semanas o hasta meses de anticipación, para crear miles de cuentas y los mensajes que deberían trasmitirse. Y esto es sólo posible si quien patrocinó y dirigió las operaciones contaba con información privilegiada sobre el inminente gasolinazo, que el común de los mortales lo advertimos apenas el... 28 de diciembre de 2016.
Una investigación verdadera debería permitir poner al descubierto toda esa red de instigación de la violencia, sus mandantes, financiadores y jefes últimos.
Pero si esta investigación no se realiza y no revela –más allá de toda duda razonable– la red completa, eso resultará completamente revelador...