Jorge Guzmán Morales

México se ha visto inmerso en los últimos meses en sucesos que motivaron la solidaridad nacional, los desastres naturales en diversas entidades establecieron una conexión inmediata para atemperar los devastadores efectos, con un efecto en el que los ciudadanos rebasaron a partidos políticos y autoridades inmersas en un descrédito ganado a pulso.

En dicho escenario, el mercado electoral fue objeto de la estrategia desgastada al tratar de ganar un mercado de subastas indigno para un país que clama por justicia, combate a la corrupción y transparencia, agobiado por la nueva casta (señalada así por el propio Ejecutivo federal) de ex gobernadores que usaron al erario como parte de su riqueza personal.

En estas contradictorias e hipócritas propuestas, el partido en el gobierno observa como oasis en desierto una oportunidad ante los bajos niveles de popularidad del Mandatario nacional y la clase política en general, sin sentido común y externando su desespero, se ponen en la palestra nacional y la crítica social ante su nulo desempeño para atender los verdaderos problemas nacionales.

En este contexto, los ciudadanos que se dicen cansados de la clase política deben dejar el hastío y encontrar la vía adecuada para manifestarse, ante ello cobra relevancia la participación electoral que tendrán los comicios de 2018, fecha en la que se renovarán el mayor número de cargos de elección que haya tenido lugar en la historia del país.

Por ello, para quienes apuestan al retroceso democrático e histórico ante el malestar ciudadano, con la propuesta de eliminación total del financiamiento público y de las posiciones plurinominales en cabildos y parlamentos locales y federales, con el objetivo de callar las voces de las minorías y la oposición, aderezado con otra vuelta al pasado con la reelección a diversas posiciones.

Con los anteriores elementos, los ciudadanos deben apostar por la vía democrática y exigir que uno de los postulados en los cuales se basó la construcción de la Constitución de 1917 vuelva a ser pilar de la vida nacional, dar voz a los grupos que representan el fiel en la balanza y exigir una verdadera transparencia en el uso de los recursos públicos.

Las intenciones de quienes ahora ven un nicho ante la tragedia, deben ser exhibidas, aunado a apostar por incrementar la participación electoral, para concretar ello los partidos de oposición deben comenzar a dejar las pugnas internas y enviar a personas con perfiles honestos y de experiencia, lo cual parece utópico en un país lleno de expectativas, pero con pocas ofertas.

Si bien los sismos colapsaron muchos inmuebles, la nación ya se encontraba fracturada, no por la interacción de las cinco placas tectónicas que atraviesan el territorio nacional, sino por los acuerdos contrarios al interés nacional, la corrupción y la opacidad de quienes han traicionado la voluntad del pueblo enriqueciéndose de los recursos públicos.

Observamos sucesos de suma importancia en otras latitudes, como el tema de Cataluña en España; los comicios y la situación en Venezuela; los conflictos armados y sus consecuencias humanitarias en Siria y muchos otros países; pero México tiene también un momento crucial que marcara su futuro, en ese espacio y de ese tamaño debe ser la respuesta ciudadana.

Twitter: @jorge_guzman26
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