Columna Geopolítica del 26de febrero del 2018
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Si fuera supersticioso estaría seguro que lo que pasó en el Campo Marte el sábado, al izar la bandera y que estuviera al revés su escudo, de cabeza; es una maldición o un aviso de mal fario de los que temía Xocoyotzin, porque el año pasado también se desgarró el lábaro nacional. ¡Algo pasa!
A todas luces cabe la percepción que todo está patas p´arriba, como resultado de un desgarramiento que se anuncia desde antes...
Y no son para menos ese tipo de interpretaciones catastrofistas, cuando los sismo están a la orden del día y la sangre se derrama de manera semejante a los baños sanguinolentos de los mexicas históricos, los de ahora también, pero sedientos de codicia por la lucha de drogas y huachicol, todos los días levantan un campo de batalla, de todos contra todos, sin que nadie repare en detener esa ola irracional de violencia.
El gobierno hace tiempo que dejó de ser el brazo del estado para imponer el orden. Y las cosas se van desbarrancando y no hay nadie que las detenga.
Y también asoman las maldades en el panorama electoral, algo que no es para reírse aunque se tome a chunga, sino para indignarse de que el INE esté operando abiertamente a favor de Obrador.
El consejo del INE ha prohibido hacer política. Sí, les prohíbe a los ciudadanos, a lo que queda de ellos, que en esta etapa se informen y comparen a los candidatos presidenciales en la modalidad de debate. Todo para proteger a Obrador que es un zacatón, que no puede sostener un debate con personas que no padezcan limitaciones cerebrales. Obrador se sabe ignorante, mentiroso y farsante. Y no quiere que se vea con claridad quien es, y el INE, lo avala prohibiendo a los conductores de los medios que hagan debates o lo que se parezca.
Unos comentaristas pervertidamente dicen que está Obrador en su derecho de negarse. Pero no es opcional, así se va a negar aclarar lo que sea.
Claro está, dicho sea de paso, que el presidente del consejo del INE Lorenzo Córdova no recibe instrucciones directas de Obrador, sino de Los Pinos, para que a estas alturas de los fracasos del PRI, no le estropeen su plan "B" de desplegar la estratagema PRI-Mor, y con mañas negociar las prevaricaciones de la cúpula política en el poder.
Jamás Córdova como en su momento Fidel Herrera, el que urdió que Javier Duarte contratara a los esbirros de Obrador en la pasada elección en Veracruz, se les hubiera ocurrido echarse ese trompo a la uña de motuo proprio; sino avalados por quien manda en los enjuagues políticos. No está solo Lorenzo.
De modo que la maquinaria de la nomenklatura, los dinosaurios que acaban de tomar posesión de coordinadores, están en el entendido de seguir jalando y no hacer preguntas. Porque quieren dar la batalla como PRI en las cámaras y dejar que Obrador un incompleto mentalmente, llegue y se caiga; cuando a las seis semanas empiece el terror financiero, la huida de capitales y el éxodo masivo al otro lado, para salir del radio de las huestes resentidas del mesías tropical, como le dicen.
Pero el cuadro desestabilizador sigue también por otra opción, la que de la burocracia lectoral La desesperación revela ya diferencias de procedimiento y fondo, de los consejeros del INE con los miembros del Tribunal Federal Electoral, para que el día de la elecciones existan motivos de sobra para despertar desconfianzas y alentar movilizaciones, y ¿por qué no? el caos.
El Tribunal crea su parte de confusión y se pone muy legalista y habla de que se abstenga el INE de promover instrumentos como las encuestas de salida y el conteo rápido, que pretenden adelantar a los números oficiales los resultados electorales. De hecho los jueces quieren que las cifras se den en los términos legales a partir del miércoles, después de las elecciones. Lo que desataría una inquietud de proporciones mayores. El INE ve la bola de nieve aumentar de volumen y no quiere que le caiga en su terreno que otros carguen con la descalificación del proceso.
Por otra parte no parecen gratuitas las recientes y reiteradas advertencias de ambas instancias en guardar los lineamientos sobre gastos de campaña. Porque las autoridades jurisdiccionales se nota que en esta ocasión, quieren reducir drásticamente las tolerancias del pasado, cuando se excedían todos o casi todos del 5% de los gastos autorizados, lo que era sinónimo de la descalificación del proceso electoral . Todo indica que en esta ocasión sí plantearían una nulidad del proceso, máxime que el PRI no tiene ni como remontar del tercer sitio para julio.
Lo mas estridente que hacen los del poder es tratar de sacar a Anaya de la jugada como último recurso, mediante la fabricación de una seudo narrativa fabricada y exagerada que ha incidido en los medios, y con los comentaristas bien aceitados, que si no le van al PRI, que les paga; se cargarían con Obrador.
El cuento de la triangulación del dinero de una fundación que le cargan a Anaya con mucha saña, como la que expresa Lozano Alarcón, no en balde nieto de uno de los hombres violentos de la pandilla Jenkins; es la respuesta a la verdadera triangulación que involucra a todos los gobiernos estatales priístas de la último lustro y al comité nacional y estatales del PRI, así como a la estructura de Hacienda, por supuesto que encabezaba Meade, como se vio en el caso Chihuahua y en otros que todavía no salen a la luz.
La porquería sigue y seguirá saliendo para marear ingenuos y asustar a los recatados, que prefieren que a México se lo lleve el carajo, que oír tanto mugrero en sus castos e indiferentes oídos.