Este jueves el representante del Partido del Trabajo en el Congreso del Estado hizo una propuesta de ley para regular a los diputados “chapulines”, esos que se rompen la crisma por ser candidatos y luego legisladores, pero que en cuanto llegan ya están pensando en el siguiente puesto. A primera vista suena bien que se quiera regular, pero en cuanto lee uno de que se trata, no puede menos que desilusionar la mezquindad de los representantes del pueblo en la alta tribuna del estado: ¡Que no se vayan más de 10 al mismo tiempo!... en otras palabras, que sigan haciendo lo que se les pega la gana. La propuesta de Ezequiel Reynoso consiste en modificar la ley orgánica del congreso del estado para que no se pueda dar licencia para ausentarse del encargo a más de 10 diputados hasta que estos hayan sido suplidos (o sea que se podrán ir los 40, si se les pega la gana, pero despacito), la preferencia se daría a los que pidan la licencia primero (veremos carreritas para llegar a la oficialía de partes a que les sellen la solicitud) y una vez que esos hayan obtenido la licencia y hayan sido sustituidos por otros, entonces podrán pedir permiso otros diez. ¿Qué lógica tiene esto?, muy sencillo. La semana pasada un grupo de ciudadanos presentaron una propuesta para impedir que los funcionarios puedan abandonar el puesto “irrenunciable” para el que fueron electos por 3 o 6 años, en esa iniciativa se plantea que tienen una obligación con los ciudadanos que los eligieron, y la misma iniciativa, en aras de la justicia, plantea que se puedan reelegir para el mismo puesto si lo hicieron bien… esta propuesta, una semana después de la rueda de prensa ciudadana quiere decir: “ya los escuchamos, pero no vamos a hacer lo que ustedes, simples ciudadanos de a pie quieren, sino que haremos lo que a nosotros y nuestros intereses nos convenga más, al tiempo que les damos ¡atole con el dedo!”. En fin, esa es la sensibilidad de esta legislatura.