Las campañas van a medio camino, no logran despertar el interés de la mayoría de la población, aburrida y cansada de promesas de un mundo mejor que no ven llegar.
En unos domingos más será nuestra oportunidad de ejercer nuestro derecho a elegir a nuestras autoridades, un derecho inalienable que es al mismo tiempo una obligación con la nación y sobre todo con nuestros hijos; pero el poco entusiasmo en las campañas podría convertirse en abstencionismo, en 1994 votó el 45% del padrón, en el 2000 el 65% y en 2006 el 58%... confiemos, y esforcémonos, por que en esta ocasión se logre una mayor participación… no es tan importante quien sea el triunfador, como que la sociedad se involucre, participe y exija a las autoridades; pero es muy difícil que esto se logre si no se cumple con la responsabilidad primaria de asistir a las urnas.
Durante muchos años los mexicanos nos quejamos y peleamos con el gobierno para que nos permitiera tener elecciones libres, con la constitución del IFE en 1996-97 como una organización ciudadana esto se convirtió en realidad, ahora es necesario que participemos a nivel estatal para que los órganos electorales se fortalezcan y le den un nuevo impulso a nuestra democracia, por ello es importante que el próximo domingo 7 de julio salgamos todos a votar y convirtamos ese día en la fiesta de la democracia.
No se fije usted si la campaña le entusiasmó o no, piense quién considera que será su mejor alcalde, o quién representará mejor sus intereses y forma de pensar en el Congreso del Estado. Lea las propuestas, pregunte por la trayectoria del personaje que se postula, finalmente (a excepción de uno) no son payasos que nos tengan que entretener, sino políticos que nos tienen que representar. Todavía faltan un par de semanas, infórmese y participe, no dejemos que el abstencionismo se levante con la victoria en este proceso, ¡vamos a votar por Sinaloa!.