Al principio del sexenio, el presidente Peña Nieto determinó que fuera la Secretaría de Gobernación la que coordinara los esfuerzos de seguridad; robusteciendo de esta manera una secretaría que en tiempos de Fox y Calderón se ocupó más del cabildeo con los legisladores que otra cosa; lo que a los priistas les pareció poca cosa y decidieron fortalecerla dándole el garrote. A casi siete meses de que asumiera esa coordinación, Miguel Ángel Osorio Chong se ha caracterizado por evadir el tema en los medios, de manera que, hoy por hoy, los medios no obtienen nota del tema de seguridad del gobierno federal, a menos que sea la detención de un ex funcionario. La lucha contra el crimen organizado se da de manera más discreta, pero no por ello la sociedad ha dejado de percibir el clima de violencia. Para muestra de esta política de silencio, basta ver lo que ocurrió el día de ayer en el que el Secretario de Gobernación alcanzó La Paz, no la tan anhelada por la sociedad mexicana, sino la capital de Baja California Sur, donde se reunió con los gobernadores del noroeste del país y los representantes de las Secretarías de Marina y Defensa Nacional, así como la Procuraduría General de la República; ¿qué se trató en dicha reunión? no se sabe, el comunicado fue una escueta fotografía en la cuenta de Twitter del Secretario de Gobernación, ¿cuáles son los acuerdos? nadie lo sabe. En fin, esa es la decisión del actual gobierno federal, trabajar de espaldas a la sociedad, sin decirle lo que se logra, porque finalmente, ¿qué sabe la sociedad de seguridad pública? Seguramente los gobernadores, más dados a rendir cuentas, irán revelando lo que ocurrió en ese evento, o saldrá un comunicado oficial de la SEGOB en el que se nos diga que ocurrió, pero los muertos no disminuyen, y lo que fue una promesa de campaña, alcanzar la paz para la sociedad, parece que no tienen prisa por cumplirla.