Sin duda el tema de la semana es el de la Reforma Hacendaria, con su presentación el presidente Peña Nieto empieza su segundo año de mandato, si no en el calendario, si en términos políticos. Dio el informe, atendió las demandas educativas, se fue a la reunión del G-20 y regresa con una especie de propósito de año nuevo: el crecimiento económico del país, lo que en el primero fue un fiasco.
Para crecer, dice Peña, necesitamos modernizar nuestro sistema fiscal, hacer que los que tienen contribuyan más al país y de ahí apalancar el desarrollo. No es ocioso que se entregue, junto con la reforma hacendaria, la ley de ingresos y el presupuesto de egresos para 2014. Dependerá de los diputados que esto sea posible, parece decir.
Nunca los impuestos serán un tema agradable de tratar, y mientras más ingresos garantice para el gobierno, mayor será la inconformidad de la población. México necesita corregir muchas cosas de sus leyes fiscales, tapar muchos agujeros, simplificar muchas complicaciones y garantizar una mayor recaudación, recuerden que en la OCDE somos el peor posicionado en cuanto a recaudación con respecto al tamaño del PIB.
También las necesidades son muy grandes: infraestructura educativa y de servicios de salud; medios de transporte, donde se ha avanzado mucho en carreteras y aunque hay mucho por hacer, falta más en infraestructura ferroviaria, marítima y aeroportuaria; no se diga en materia de recursos hidráulicos, donde nos encontramos aún en pañales; mecanismos de seguridad social, promoción para la generación de nuevos empleos y pensiones y jubilaciones dignas y la lista podría seguir.
Para que esto se haga de la mejor manera, necesitamos un servicio civil de carrera en la administración pública que atraiga a los mejores elementos de la sociedad, y para ello se requiere de dar condiciones de empleo dignas y bien remuneradas, me parece una falacia que se deba ahorrar en lo más importante que tiene el gobierno: su gente.
Pues para lograr todo ello se requiere de una reforma de gran calado, pero lamentablemente la reforma que se presentó, que corrige muchas deficiencias sin duda, no ataca la principal, la ampliación de la base de contribuyentes. Esperemos que la discusión en el Congreso aporte en este sentido y no sea un trámite más en el legislativo.