El domingo pasado, en una agitada Asamblea de la sección 22 de la CNTE, se decidió regresar a clases el próximo lunes 14 de octubre. La gran mayoría de los maestros regresarán a sus ciudades de residencia e iniciarán, casi dos meses después que el resto, las clases con sus alumnos.
Sin duda vuelven con una gran cantidad de sus objetivos cumplidos: tomarle el pulso al gobierno federal, que salió mal parado al darle un reconocimiento oficial a la CNTE que antes no tenía; evitar el despido automático después de tres días de faltas consecutivos, recuerden que la ley entró en vigor hace más de quince días y, no menos importante, garantizar que en Oaxaca seguirán siendo el interlocutor único con el gobierno estatal.
Ciertamente Oaxaca tiene una de las infraestructuras educativas más deficientes de todo el país, sin embargo la CNTE nada ha hecho por que se supere esto, cada año extiende sus exigencias salariales y poco le importa si se tiene que tomar de los recursos de infraestructura para lograr ese objetivo; además rezaga más a la población de Oaxaca con respecto a la del resto del país, en los últimos 10 años, esa entidad no ha cubierto un ciclo completo; ahora dicen que repondrán el tiempo sin tomar vacaciones y trabajando sábados y domingos de ser necesario, ¿y los niños? pues también se quedarán sin el descanso.
Si alguno de ustedes ha sido maestro alguna vez, sabrá que el descanso semanal, así como las vacaciones, son un fuerte aliciente para los alumnos, además de brindarles el descanso necesario para asimilar los contenidos; además, también ese descanso es una necesidad del maestro, quien todos los días se tiene que parar frente a grupo y hablar durante al menos una hora (de un turno de cuatro) además de mantenerse en pie la mayoría del tiempo. Al final de una semana de clases el maestro muestra agotamiento tanto en las extremidades, como en la voz, además de una considerable disminución de la paciencia. Tener clases de corrido, sin días e descanso, no traerá ningún beneficio, ni incrementará la capacidad de aprendizaje de los alumnos.
Pero en fin, después de casi dos meses regresan los maestros de Oaxaca, Guerrero y Michoacán a hacer frente a sus responsabilidades, por el bien de los alumnos esperemos que duren ahí el resto del ciclo escolar.