Ahora fueron los legisladores del sector obrero del PRI los que no estuvieron de acuerdo con la propuesta de la reforma fiscal, aunque ahora no se refiere a la parte de los ingresos, sino los egresos. Y es que en la propuesta de Peña Nieto y Videgaray, el seguro de desempleo se financiaría con parte de las aportaciones que ahora se dirigen al Infonavit, lo que en la opinión de los líderes sindicalistas afectaría la disposición de recursos y por tanto el costo de los créditos para la adquisición de vivienda.
Después de tantos yerros y sin sabores que se dan en torno a esta reforma, pareciera que más bien fue introducida como una distracción, porque de otra manera habría que pensar que son unos ineptos. Y no es que, como dicen algunos, una reforma hacendaria o fiscal no deje contento a nadie, más bien es que no se consideró el ambiente general de la economía global y la particular del país.
México en este año ha visto como su expectativa de crecimiento se ha derrumbado de manera sistemática, inició con una previsión del 3.5%, la cuál quizá era optimista, pero resultaba inercial de acuerdo a las registradas en los años anteriores, desde muy pronto algunas voces empezaron a señalar que estaba muy elevada y que el gobierno no estaba ejerciendo el presupuesto, lo que limitaba el dinero disponible y por tanto la posibilidad de hacer negocios.
Posteriormente el gobierno bajó tímidamente la expectativa a 3.2, cuando otros agentes la ubicaban ya cercana al 2%... en fin, a la fecha estamos en una estimación del 1.2% por parte del FMI y probablemente ni eso sea posible alcanzar. A esta situación interna hay que añadir los problemas en Europa, Asia y sobre todo, Estados Unidos, con lo que la situación económica es muy precaria para todos. En este ambiente, ¿sabe cuánto propuso ahorrar el gobierno federal en su gasto? NADA, así es. Como siempre, el gobierno pide a todos los sectores que se amarren el cinturón, pero es incapaz de buscar ahorros en su seno.
Como zanahoria le puso ante los ojos a la izquierda una supuesta reforma hacendaria con compromiso social, pero la realidad, y al parecer incluso ellos ya se dieron cuenta, no es más que otro espejito que nos quieren vender a los mexicanos. Esperemos que en los próximos días se defina este bodrio que, al parecer, ya ha sido abortado.