Todo el mundo sabe que la información es poder, y los poderosos de la tierra ansían cada vez más poder, por lo que a nadie puede extrañar el que se realicen actividades de espionaje con la intención de una mejor toma de decisiones.

Las revelaciones hechas por Edward Snowden fueron sin duda un duro golpe para la secrecía con que esta actividad se debe realizar, por al menos tres motivos, el primero es de carácter estratégico: si el adversario sabe lo que yo sé de él, sin duda cambiará sus planes para evitar mis contramedidas; segundo, conocer al otro en su intimidad puede ser muy incómodo para él, por lo que si no le digo que lo vigilo, podré tener una mejor relación con él y tercero, al conocer la información que me interesa, revelo parte de mi propia estrategia.

Por todo ello, toda la información revelada por Snowden se volvió irrelevante en el momento mismo de su publicación, todos los actores involucrados, espías y espiados, cambiaron su tablero de juego, hoy ya no se practica el mismo juego que estaba en marcha antes de que Snowden hablara. Pero hoy, la información revelada está siendo utilizada con otros fines, desconocidos para la mayoría de los legos, pero sin duda perfectamente entendible para Barak Obama y otros líderes mundiales. Hacer revelaciones de manera escalonada, está complicando las relaciones internacionales: Putin no se pudo reunir con Obama; Rousseff tuvo que suspender su viaje a Washington; Hollande, Merkel y Cameron enfrentan fuertes críticas al interior de sus países. Peña tiene limitada su agenda bilateral con Estados Unidos; Cristina Fernández, Nicolás Maduro, Evo Morales, Rafael Correa y otros sudamericanos del Nuevo Socialismo del Siglo XXI, han visto fortalecida su posición anti yanqui. ¿No sabían que EEUU los espiaba? claro que sí, pero no sabían cuál era la información que tenía.

En esta tragicomedia, China ha salido oliendo a rosas, se ha mantenido ajena al conflicto, incluso impidió que el traidor se refugiara en su territorio y lo envió a Rusia, donde Vladimir Putin tiene que cargar con el problema.

Dado el resultado, habría que buscar en el lejano oriente las explicaciones a lo que está pasando con este caso, ¿qué busca China al generarle este conflicto a Norteamérica? y lo que es más importante ¿cómo responderá el Tío Sam ante esta provocación? Por si las dudas, cambie la contraseña de su correo, redes sociales y cuentas bancarias.