Sin duda que este debería ser el tema central de interés de la población, pero no es así. La gente necesita seguridad, alimentarse, tener salud y empleo; después viene todo lo demás.
Al no ser un tema de interés de la población, los políticos profesionales la toman como suya y hacen y deshacen a sus anchas, varias son las propuestas que contiene la reforma política, que es más bien electoral:
1.La creación del Instituto Nacional de Elecciones, el cuál sustituirá al IFE y muchas de las funciones de los Consejos electorales estatales. Desaparecer el IFE es un despropósito gigante, es una institución que, a pesar de sus defectos, ha tenido la enorme capacidad de ser, más o menos, un árbitro imparcial, un promotor eficaz y un garante de la estabilidad y la certeza. Nuestros políticos están enojados porque no les dio el triunfo y como no quieren reconocer la culpa que les corresponde por no saber competir en un esquema democrático, el IFE deberá pagar la cuenta y apagar la luz.
2.La reelección de diputados y senadores hasta completar doce años, dejando la posibilidad de la reelección de alcaldes y diputados locales a los congresos estatales. Esta ha sido una demanda ciudadana, con el objeto de evaluar al diputado y forzarlo a mantener el contacto con sus electores, esta resolución atiende de manera parcial la solicitud, si finalmente se aprueban las candidaturas ciudadanas, como está previsto, entonces el ciudadano tendrá mayor peso en la definición de legisladores que los mismos partidos políticos, al menos mientras este se pueda reelegir.
3.Catálogo de nulidades para las elecciones: se sancionará exceder el gasto permitido, el uso de recursos de procedencia ilícita o del erario y la compra de tiempo en los medios electrónicos masivos de comunicación; el candidato sancionado no podría volver a contender. En principio parece positiva, pero abre muchas interrogantes sobre los criterios legales, habrá que estar pendientes.
Adicionalmente la Procuraduría se transforma en Fiscalía, se da autonomía al Coneval y se abre la posibilidad optativa al presidente de la república para formar gobiernos de coalición. Será recomendable estudiarla a fondo.