Tres aspectos de las vidas de Mandela y Obama guardan ciertas similitudes: ambos son los primeros presidentes negros de sus respectivos países, ambos tuvieron una juventud turbulenta y ambos son ateos/liberales.
Pero ahí se acaban las similitudes. La esperanza que significaba Obama en 2008 ha resultado en un rotundo fracaso, pero no solo eso, desde el inicio de su segundo mandato ha resultado una catástrofe, antes que buscar la conciliación que buscó Mandela, más bien parece estar generando confrontación para imponer su visión parcial del mundo; el liderazgo natural que la Unión Americana ejerce en el mundo se ha visto mermada por su pésimo ejercicio de la presidencia y su afán imperialista, las filtraciones de Manning y Snowden han sido manejadas de manera totalmente inadecuada y con las revelaciones que la propia NSA ha realizado, se ha empeorado la situación, haciendo aún más difícil que Estados Unidos pueda tener negociaciones serias con los diferentes países. Su aliada Europa lo mira cada vez con mayor desconfianza e incluso ha llegado a dejarlo solo, como en el tema de Siria; Rusia le arrebata la iniciativa, China se atreve a desafiarlo por terceros como en el caso de Corea del Norte o directamente como está ocurriendo con las islas Diaoyu en disputa en el Pacífico.
En este marco, Obama se dirige a Sudáfrica para pronunciar un discurso durante el Memorial de estado que se dará al fallecido líder opositor que derrocó al Apartheid (con la ayuda de De Klerk, recordemos).
Pronunciará un discurso, en el mismo podio que hablará Raúl Castro, al que no puede ver, y Dilma Rousseff, la que no lo quiere ver por espiarlo. Pronunciará un discurso invitado por el presidente del Consejo nacional Africano, una organización que en su momento fue tan terrorista como hoy es Al-Qaeda y elogiará a un hombre que admiró, pero del que no puede llenar los zapatos.
Barak Obama parece estar enfrentando el ocaso de su poder al concluir apenas el primer año de su segundo mandato, si los demócratas no pierden la presidencia en 2016 no será gracias a Obama, sino a pesar de él y por los tontos esfuerzos de los Republicanos por ponerle la contra a un hombre que en realidad, no sabe para dónde va.