El día de ayer en Michoacán mataron al dirigente de la SNTE en ese estado al salir de las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, al mismo tiempo en el Congreso Estatal la policía se enfrentaba a golpes con los opositores de la reforma energética y finalmente se suspendía la sesión del Congreso.
Desde hace muchos años, en el estado de Michoacán se vienen tolerando las manifestaciones violentas, no persiguiendo de manera eficiente a la delincuencia, y permitiendo que la población ejerza por su propia mano la justicia.
De esta manera la anarquía crece en el estado, cada quien hace lo que quiere y cada vez es más difícil volver al orden.
La inacción de las autoridades municipales permitió que el crimen se impusiera sobre los ayuntamientos, la subsecuente dejadez del estado está permitiendo que se les suba a las barbas y hoy ya es poco o nada lo que pueden hacer sin la colaboración de las autoridades federales, pero si no se pone un freno a esto, resultarán ciertas las palabras del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien hace unas semanas declaró que la delincuencia en Michoacán estaba desafiando al estado mexicano.
Lamentablemente no se ve un cambio de rumbo en Michoacán, y no solo eso, sino que en el país entero pareciera que vivimos bajo la ley de la selva en la que cada quien hace lo que le place y cuando así lo cree conveniente.
Los maestros de la CNTE en la Ciudad de México se turnan para desquiciar la vida de los capitalinos, enfrentar a la policía y causar desmanes; pero cuando ven afectados sus intereses, como ocurre en la comunidad de San pedro Mártir, Oaxaca, donde los padres de familia los han expulsado de la escuela donde se negaron a impartir clases para ir a manifestarse al Distrito Federal, ayer resultaron lesionadas 10 personas, piden el apoyo de la policía para que cuide su “integridad”.
En Guerrero las autodefensas secuestran o expulsan a las autoridades que se atreven a querer imponer el orden, ayer se presentaron pruebas de terrorismo por parte de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, pero no hay nadie detenido.
En Coahuila, donde la expresión violenta alcanzó su máximo nivel el año pasado cuando mataron al hijo del ex gobernador Humberto Moreira, el actual gobernador (hermano del anterior) se atreve a decir que la seguridad pública también es responsabilidad de la sociedad civil… y así en todo el país se suceden los hechos de violencia y desafío al orden legal, no solo por parte de la delincuencia organizada, sino por una sociedad que cada día se siente más abandonada y al mismo tiempo con el derecho de defenderse si no hay quien le proporcione seguridad y justicia.
Ante este panorama no queda más remedio que preguntarse, ¿dónde están las autoridades: municipales, estatales y federales?, o es que, efectivamente, ¿es la sociedad la que debe defenderse a como Dios le de a entender? Esperemos que no.