El gobernador Mario López Valdez partió el lunes la rosca con sus secretarios y funcionarios de primer nivel y el martes señaló que no es buen momento para realizar cambios en el gabinete, de esta manera, los politólogos llegan a la conclusión de que no tarda en haber cambios, e incluso se mencionan tres específicamente: la salida de Roberto Cruz para ocupar la representación de Sinaloa en la capital de la república, su sustitución con el Secretario de Obras Públicas, José Luis Sevilla, y la llegada a esa importante dependencia del ex alcalde de Culiacán, Aarón Rivas Loaiza.
Y aunque este martes Malova se reunió con Aarón Rivas, la verdad es que aún nada está escrito. En política no se puede cantar el huevo antes de ponerlo, porque corren el riesgo de que la gallina se espante y no ponga nada.
En muchas ocasiones se ha sabido de “decisiones tomadas” que terminan revirtiéndose, de tiradores que acaban por ser el blanco de las burlas y el escarnio y, por el otro lado, de muertos políticos que resucitan para nunca más morir.
La afirmación del gobernador es contundente: mientras se lleva a cabo el proceso de evaluación de la cuenta pública por parte del Congreso, no habrá movimientos… luego entonces, los habrá una vez concluido este trámite.
Pero el trámite es tiempo también para la negociación y el acuerdo, las fracciones partidistas buscarán hacer valer su fuerza para impulsar a sus respectivos “gallos”, al ser este un gobierno plural, todos tienen oportunidad de colocar piezas en el tablero, y para más de uno esto es importante, pero el dueño de las fichas también sabe jugar y se ve difícil que le allane el camino a personajes que no cuenten con su beneplácito porque, una vez cruzada la mitad del sexenio, todo lo que viene es de bajada y si ya el año pasado algunos acelerados empezaron a manifestar sus intereses y ambiciones (no necesariamente malas) políticas, ahora con más fuerza harán sentir este interés.
En base a lo anterior, el PRI buscará rescatar a su hijo pródigo predilecto; el PAN, si trabaja con inteligencia y supera su división interna, podrá hacer gala de ser el mayor de los partidos de la coalición; el PRD defenderá con uñas y dientes lo conseguido hasta ahora; y el PAS hará valer la frescura y el prácticamente nulo desgaste que le ha permitido convertirse en un serio contendiente.
Así las cosas, la permanencia o separación de la sombra protectora del hueso político dependerá en buena medida de los resultados hasta ahora logrados, de la diferencia entre aprobaciones y rechazos de los posibles aliados del gobernador (de todos los signos políticos) y de la personalísima capacidad de negociación que tengan los funcionarios.
Mario López Valdez tiene la batuta, el indicará el ritmo, pero todos los actores tienen fuerza propia hoy… es lo que trajo el gobierno del cambio: una nueva forma de hacer las cosas, solo falta un actor importantísimo: LA SOCIEDAD, ¿qué opinará?