"Promoviendo la Participación Ciudadana"

sd-05

InicioEN LA OPINION DE:La Fe, la mejor herencia

La Fe, la mejor herencia

FeEste domingo se celebró en la Iglesia Católica, la solemnidad del Bautismo del Señor. Siguiendo una tradición iniciada por el Papa Juan Pablo II, el papa Francisco bautizó a 32 niños en la Capilla Sixtina, durante la homilía ha insistido en que la fe es la más bella herencia que se deja a los hijos. Por otro lado, también ha explicado que Jesús no tenía la necesidad de ser bautizado. Pero Jesús, con su cuerpo, su divinidad, "en el bautismo ha bendecido todas las aguas dándoles el poder de dar el Bautismo". Así como Jesús pidió que fuéramos por todo el mundo a bautizar, "desde aquel día hasta hoy, esta es una cadena ininterrumpida".

Retomando las palabras del sumo pontífice, vale la pena preguntarse, ¿por qué es la fe, el mayor don que podemos heredar a nuestros hijos?

En primer lugar hay que partir de la conciencia que tenemos de nosotros mismos y nuestra ansia de trascendencia, lo que es un reflejo de que hay algo más que solo nuestro cuerpo material, nosotros somos cuerpo y espíritu en unidad, para enseguida pasar a preguntarnos, ¿existe algo más allá de este mundo? Sócrates, que se hizo la misma pregunta, llegó a la conclusión de que existía un ser supremo, al que los hombres llamamos Dios, y que es creador de todo cuanto existe.

En el tiempo, ese Dios se hizo hombre en la persona de Jesús, y éste nos enseñó que Dios no sólo es creador, sino también Padre, y que se preocupa por nosotros, a sus apóstoles les ordenó anunciar esa Buena Nueva por todo el mundo y así lo hicieron.

Dicen que fue el Apóstol Santiago, primo de Jesús, quien llevó esta enseñanza a Hispania, donde arraigó de tal manera que siete siglos después los llevó a defenderse de la invasión árabe, no tanto por la defensa del territorio, como por la conquista de almas… esa lucha duró ocho siglos y concluyó en 1492, cuando los españoles expulsaron a los últimos moros de Granada, y providencialmente, ese mismo año, Colón descubrió América.

Pocos años después, misioneros franciscanos y dominicos trajeron la fe a México, y con la participación de la Virgen Santísima, los pueblos indígenas también abrazaron la fe.

Durante 300 años México se fue integrando como un pueblo, donde la sangre nativa y la española se mezclaron para formar un pueblo mestizo que a principios del siglo XIX demandó su independencia convocado bajo el estandarte guadalupano.

No muchos años después, en Querétaro, nació Manuel María a quien su padre, llevó a bautizar, a su vez, Manuel María llevó a su hijo Pedro y éste a su hijo Francisco Javier, quien me llevó a mi a recibir el santo bautismo, por el que estoy profundamente agradecido y me he convertido en hijo de Dios… por ello, yo llevé también a bautizar a mis hijos y espero que ellos lleven a los suyos, en esa cadena ininterrumpida que nos lleva a las aguas del Jordán donde Jesús fue bautizado, Jesús el Hijo de Dios.