Hollande y su vida privada.- Después de las revelaciones que se hicieron públicas la semana pasada sobre la aventura del presidente de Francia, esta semana continuó el tema acaparando los reflectores galos a pesar de estar ocurriendo cosas muy importantes, como la apertura que mostró precisamente Hollande ante la posibilidad de impulsar una legislación mucho más pro-empresarial y, de esta manera enfrentar la crisis de desempleo que se vive en aquel país europeo; o que le parece la división del partido de derecha, la UMP, en la que están enfrentados doctrinarios contra pragmáticos y podría llevar a una ruptura de ese partido, pero no, lo más importante es que quizá la señorita Gayet está embarazada o que demandó a la revista Close, por invasión de su vida privada.
Acuerdo presupuestal en Estados Unidos.- Quedó resuelto el problema presupuestal de los vecinos del norte, finalmente demócratas y republicanos alcanzaron un acuerdo y pronto empezará a fluir el dinero, especialmente Obama se enfocará en reactivar la economía de las zonas pobres y para ello nombró a una empresaria de ascendencia mexicana para encargarse de la oficina de la pequeña empresa. Aunque frente a esto, siguen enfrentando graves dificultades por el clima, donde los frentes fríos tienen asolada a la nación americana y han causado incontables fallecimientos en las últimas semanas. Pero todavía hay escépticos del cambio climático.
Maduro renueva su gabinete.- Mientras que los diarios, último reducto de la crítica al gobierno, viven su peor crisis ante la falta de papel, el presidente Nicolás Maduro recibió la renuncia de todos los miembros de su gabinete, y aunque la mayoría fueron ratificados, el área económica sufrió un cambio drástico, a la salida del pragmático Nelson Merentes llega a esa importante cartera un militar de corte radical, Rodolfo Marco Torres, quien no dudará en usar las tácticas militares para impulsar la cubanización de Venezuela.
La ONU y el Vaticano.- La Organización de las Naciones Unidas está exigiendo al Vaticano mayor dureza frente a los casos de abuso por parte de los sacerdotes y, aunque el propio Papa Francisco ha reconocido que esto es una vergüenza para la Iglesia, es responsabilidad de las autoridades civiles el juicio de los criminales que han cometido semejantes actos. Por su parte el Vaticano ha constituido una comisión para erradicar esas prácticas y ha hecho compromisos concretos ante la ONU para la defensa de los derechos de los niños. El Papa Francisco ha destituido a personas de las que se ha sabido que incurren en esta práctica. Pero bien haría la ONU en vigilar también las prácticas de abusos por parte de maestros, deportistas, entrenadores, presentadores de televisión e incluso padres de familia, ya que este no es un problema exclusivo, ni siquiera mayoritario, de los sacerdotes católicos.