El caso de Oceanografía ha acaparado los noticieros y encabezados de los diarios en las últimas semanas, esta empresa obtuvo contratos por más de 31 mil millones de pesos desde 1999 hasta 2013, es propiedad de los hermanos Carlos y Armando Yañez Osuna que ostentan el 75% de las acciones, la exposición de Banamex con esta empresa es de aproximadamente 8 mil millones de pesos y según afirma la empresa el fraude superaría los 5 mil millones. De aquí que Banamex promoviera ante la PGR la acusación por fraude en contra de la empresa naviera.
Sin pretender exonerar a nadie de las responsabilidades que le correspondan, se debe tener presente que lo que hasta ahora existe es una acusación de un particular a otro, en derecho, la presunción de inocencia es un derecho de todo acusado, por lo que hasta ahora no se puede considerar delincuentes a los hermanos Yañez; sin embargo, por su presencia en Pemex y los tiempos políticos que corren, el tema se ha politizado: se habla de los hermanos Bibriesca como si fueran parte de la empresa, los hijos de la esposa del ex presidente Fox tienen un pasado rico en abuso de sus relaciones políticas y en 2005 presuntamente apoyaron a los Yañez para obtener un contrato en Pemex, ¿qué tiene eso que ver con el fraude?
César Nava fue director jurídico de la paraestatal en el sexenio de Vicente Fox entre 2004 y 2006, seguramente en ese tiempo firmó contratos con la empresa Oceanografía pero, nuevamente ¿qué tiene que ver con el fraude?
El fraude consiste en que Banamex autorizó créditos por más de 5 mil millones de pesos a la empresa en un esquema de factoraje, es decir, la empresa presentó documentos (dicen que falsos) que avalaban contratos por ese monto y Banamex, tomando su correspondiente comisión los pagó y posteriormente cobraría a Pemex los servicios prestados por la empresa, de manera que Oceanografía se fondeaba para la operación y Banamex obtenía una utilidad por financiar a la empresa, ¿cómo pudo Oceanografía obtener los recursos con documentos falsos?, ¿los proporcionó Pemex de manera que era imposible detectar su falsificación?, ¿Banamex se confió y no hizo las revisiones pertinentes? o, lo que suena más probable, ¿se coludieron funcionarios de Pemex, Oceanografía y Banamex para defraudar al grupo bancario?
Cabe destacar que Banamex no se dio cuenta del problema hasta que el año pasado, pero fue hasta este año cuando decidió que había que presentar una demanda por fraude.
Tal vez yo soy muy mal pensado, pero esto huele más a una revancha política en contra de un adversario que prestó sus servicios a un gobierno de otro signo partidista, que un fraude en forma contra el gobierno, que no lo hay, o contra una institución bancaria donde falta probar que lo hubo. Lo que el PAN no ha notado, por sus incesantes conflictos internos, es que este escándalo lo golpeará en donde más le duele, la elección de 2015.
