A un mes de iniciadas las manifestaciones estudiantiles en Venezuela, han fallecido 26 personas y han sido detenidas más de 1,300. La descomposición social y el conflicto entre venezolanos va en aumento, entre los partidarios y los detractores del presidente Maduro, y todo esto en medio de una desastrosa carestía que pauperiza a la sociedad.
Heinz Dietrich, quien fuera asesor del fallecido Hugo Chávez, escritor del libro “El Nuevo Socialismo del Siglo XXI” y profesor universitario en Alemania, asegura que a Maduro le quedan máximo ocho semanas en el poder. El sociólogo de 71 años declaró al diario Spiegel que en Venezuela la situación es comparable con Ucrania en donde la población está dispuesta a salir a las calles a exigir un cambio.
“Está claro para todos que Maduro no tiene ni concepto ni instrumentos para modernizar al país. Él pensaba y piensa que basta con emular a su antecesor, Hugo Chávez, en la retórica y la coreografía y mantener el modelo económico”, señala.
Quien fuera base de la ideología chavista, aseguró que durante un año el actual mandatario tuvo la oportunidad de brindar resultados inmediatos para evitar el descontento masivo en su país, “ Maduro ha perdido prácticamente el año que ha gobernado desde la muerte de Chávez”, sin embargo, argumenta que Estados Unidos, dirigido por Barack Obama, ha aplicado una política exterior expansiva.
Las medidas que propone Dieterich para amortiguar el descontento son: que Maduro y sus ministros controlen la inflación de 56%; que se enmiende el desabastecimiento; encarar la violencia y la inseguridad. “Es necesaria una reforma económica: el cambio del dólar y del bolívar debe ajustarse a niveles reales”, sostuvo y señaló: “la moneda debe fluctuar libremente, sin que por ello se vean amenazados los ingresos de los estratos pobres”. Sin embargo, está consciente de que eso no ayudará a Maduro, ya que en 15 años de chavismo se pudieron reparar esas grietas políticas. Desafortunadamente Maduro no se ha rodeado de gente capaz y todo lo quiere resolver desde la ideología, acusando a fuerzas oscuras de los problemas de su pueblo.
“No durará ni ocho semanas en el gobierno y probablemente será suplantado por una junta de gobierno. Para los militares y gobernadores chavistas está claro que su política significa indudablemente el fin de la era bolivariana. La política debe dar un giro de 180 grados o todo estará perdido”, puntualiza.
Ante esto, Nicolás Maduro se va a dormir junto a la tumba de Chávez para esperar que, por una aparición o simple inspiración, se le revele la forma de resolver los problemas. Probablemente dentro del propio círculo del PSUV existan quienes alienten a Maduro a seguir con la política represora que ha aplicado hasta ahora, con la esperanza de que caiga y otro sea el que tome su lugar.