La comisión de la Cámara de diputados federal, encargada de revisar el caso oceanografía tiene en sus manos la oportunidad de tapar la cloaca de la corrupción política.
Hace 14 años los mexicanos tuvimos la esperanza de que lo hiciera la alternancia política, sin embargo eso terminó en un fiasco y, aunque se hicieron cosas muy positivas para el país, se permitió que se construyera una nueva clase política que operara bajo los mismos esquemas del sistema político revolucionario que dominó al país desde la década de los 20’s y que particularmente a partir de los 70’s perjudicó el desarrollo y crecimiento de la nación de tal manera que aún no alcanzamos niveles dignos de vida para todos los mexicanos como debería ser con la enorme riqueza que hemos obtenido de la extracción del crudo.
Y es precisamente en el tema vinculado a la energía y concretamente con los escándalos de corrupción en Pemex y su proveedora de servicios Oceanografía, donde los diputados tienen la oportunidad de brindar el mayor servicio que el país puede esperar, sin embargo es soñar con utopías que, quienes más se benefician de la corrupción sean precisamente quienes la combatan, y es que todos los políticos, con las normas que ellos mismos se imponen (con las trampas para saltárselas) no están interesados en cerrar la llave que los alimenta y los mantiene en el poder.
Solo la vigilancia ciudadana, a través de la exigencia de transparencia (ofrecida ayer por el diputado Luis Espinosa Cházaro en la comisión de oceanografía, pero necesaria en todos los ámbitos políticos) y el ejercicio democrático del voto puede lograr hacer cambiar las costumbres de nuestros representantes políticos, por ello Transparencia, Rendición de Cuentas y Elección (incluyendo la reelección) deben ser la demanda permanente y más importante para la ciudadanía, todas las demás son vanas o quimeras mientras estas no existan o no se ejerzan en plenitud. Solo los ciudadanos participativos y comprometidos con nuestro país seremos capaces de sellar la cloaca de la corrupción que domina en el ámbito político.