Las noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación no hacen otra cosa que desalentarnos en materia educativa, nuestro país está mal y no se ve que las cosas vayan a mejorar en el corto plazo.
El actual gobierno federal llegó con la promesa de retomar la “rectoría del estado” en materia educativa, pero además de una reforma que no se aplica y ampliar de manera arbitraria un calendario excesivo, no ha hecho nada. Va de crisis a crisis sin aportar soluciones, el titular de educación está tan en su lugar como un chivo en una cristalería.
Si hay problemas en Oaxaca, no le corresponden a él, si son en Michoacán, tampoco; ¿en Guerrero?, menos. ¿Corrupción en la educación? El no la ve; ineficacia en el uso de los recursos, quejas de los críticos del gobierno; ¿evaluación a los maestros? Por supuesto, si se dejan… en fin, que nada pasa.
En las escuelas los maestros lidian con alumnos irrespetuosos, mal alimentados o sin los cimientos educativos para atender el programa que corresponde; los materiales y las instalaciones son inadecuadas e insuficientes, el sindicato está preocupado por cobrar su cuota sindical, exigir que asistan a las asambleas y/o manifestaciones y poco o nada más.
Los alumnos proyectan actitudes que son más el reflejo de una cultura televisiva ajena a nosotros que la formación de unos padres que, por necesidades económicas seguramente, están ausentes la mayor parte del día.
Los directivos tienen que enfrentar el descontento de los trabajadores, el asedio de los medios o las exigencias de los padres y alumnos que son abusados por sus compañeros.
En fin, que al parecer nadie educa en nuestro país… al menos eso es lo que uno entiende después de leer los diarios, escuchar los informativos de la radio o ver los noticieros en la televisión.
Pero a nivel de cancha, en la educación cotidiana de nuestros hijos, directivos y maestros, así como padres de familia, estamos cotidianamente involucrados en la educación de los menores, tal vez nos falten recursos, capacitación o condiciones para hacerlo mejor, pero la disposición está ahí, el compromiso de los maestros en la escuela existe, al menos la gran mayoría de ellos; también hay padres irresponsables que no cumplen, pero son minoría… a los que no se puede defender es a los funcionarios, de ellos solo sabemos por las noticias.