Hace 25 años se nos adelantó en el camino Manuel de Jesús Clouthier del Rincón, un líder que transformó el país y la conciencia de muchos, especialmente de los que en aquellos años éramos jóvenes, dejó en nosotros una marca imborrable y un ansia de lucha y conquista de nuestras libertades y nuestros derechos.

Aunque sin duda nos hace falta su compañía, especialmente a aquellos para quien fue más entrañable, su familia, él seguramente no querría seguir encabezando movimientos y luchas, habría exigido a otros asumir el compromiso que les tocaba y librar las batallas que les correspondía.

No puedo imaginar a Maquío presentándose tres veces a la candidatura presidencial, no lo veo encabezando cada demanda ciudadana, lo imagino, sí, dando las luchas que le tocaran, pero sobre todo formando nuevos liderazgos que fueran capaces de asumir su responsabilidad.

La primera vez que lo vi, tenía yo 17 años, fue en el Salón Riviera, en la glorieta de División del Norte y Avenida Universidad; hoy no existen ni el salón, ni la glorieta. Ingenuamente pregunté qué es lo que él haría cuando se presentara el fraude electoral, su respuesta fue contundente: “¿Qué puedo hacer yo?, ¿bañarme con gasolina y encenderme un cerillo? No. ¿Qué están dispuestos ustedes a hacer?” su respuesta fue más larga, pero esa era la esencia; Maquío no buscaba ser un líder mesiánico que resolviera los problemas de la gente, Maquío quería que construyéramos juntos el México con el que soñábamos.

Creo que su lamentable fallecimiento, el lo habría visto como una oportunidad para que nos hicieramos más responsables, él, su memoria, nos sigue exigiendo hoy que trabajemos arduamente por construir el país que soñamos, el país que creemos merecer.

Si no lo hemos logrado, no es por la ausencia del Maquío, sino porque no hemos hecho lo que nos llamó a hacer; no hemos asumido plenamente nuestras responsabilidades ciudadanas y, en muchos sentidos, seguimos esperando que llegue un líder para “sacar al buey de la barranca”

Hoy, a 25 años de su partida, Maquío nos sigue llamando a construir ciudadanía. Honremos su legado.