Evo Morales se reelige para un tercer mandato.- El pueblo boliviano renovó su confianza en Evo Morales para un tercer mandato constitucional al frente de los destinos del país andino, venciendo por más de dos a uno a su más cercano competidor. Para algunos analistas este triunfo de Evo se debe a su capacidad para asimilar las ideas de los que en algún momento fueron sus aliados e incluso de sus adversarios y modificar el rumbo de acuerdo a las necesidades de la sociedad. Lamentablemente para Bolivia no todo es miel sobre hojuelas; la transformación que ha realizado el Presidente Morales se basa en sus órdenes ejecutivas, pero no existe un marco legal que permita mantener el rumbo, la legalidad no es un tema que preocupe a Evo Morales, lo que en el mediano plazo puede tener consecuencias catastróficas para Bolivia.

El Ebola causa terror en todo el mundo.- Cuatro internados en España, un caso registrado en Alemania, dos casos de contagio en Estados Unidos y cerca de cuatro  mil muertos en África han hecho que las Naciones Unidas, a través de la OMS, hiciera un llamado a la población en contra del ébola que hoy se considera como la gran plaga de nuestra época. Hasta el momento no se han detenido los viajes aéreos procedentes de África, pero Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia ya han tomado medidas para revisar a los pasajeros procedentes del continente negro para disminuir las probabilidades de expansión del virus.

La economía mundial al borde del colapso.- La caída de las bolsas que se registró este jueves 16 de octubre fue una fuerte llamada de atención sobre la fragilidad de la economía mundial. El pesimismo se ha apoderado de los mercados y los rumores de una desaceleración de la economía global pegan en la línea de flotación a las bolsas de valores. La caída del precio del petróleo no ayuda a mejorar la perspectiva, especialmente a Rusia, Venezuela e Irán, países totalmente dependientes de las producción de crudo. Una posible recesión en Europa, una economía vacilante en Japón, una desaceleración en China y el brote del virus del Ébola han conspirado para agitar a los inversores, lo que ha provocado un nivel de volatilidad que no se veía en años.