Del 16 al 19 de noviembre, se llevará a cabo, por segunda ocasión, el Buen Fin, promovido como el fin de semana más barato del año. Según el Gabinete de Comunicación Estratégica, esta promoción de las cadenas y negocios comerciales atraerá aproximadamente al 68% de los mexicanos; los que, según algunos especialistas, gastarán principalmente a crédito. Hay significativos esfuerzos por lograr que esta fecha vaya creciendo en importancia, con esta perspectiva los comerciantes le solicitan a los gobiernos municipales, estatales y al federal, que anticipen el aguinaldo o parte de él; mas, desafortunadamente, ellos no están dispuestos o en la posibilidad de hacer lo mismo con sus empleados, y en el gobierno al parecer se están teniendo dificultades para adelantar estas prestaciones, de tal manera que se ve difícil que las ventas de este año superen a las del anterior. Es importante señalar que la poca cultura de ahorro que tenemos, sumada a las dificultades económicas que se han tenido que sortear durante este año: la crisis del huevo, el incremento a los energéticos, la sequía que provocó aumentos generalizados en los alimentos, el debilitamiento de la moneda ante las divisas extranjeras, etcétera; hicieron difícil que los trabajadores reunieran algunos ahorros, de esta manera los gastos de fin de año serán cubiertos con el aguinaldo y/o con las tarjetas de crédito. En una ocasión un amigo empresario me decía que ojalá hubiera aguinaldo todos los meses, porque de esa manera venderían más. Aunque ciertamente los economistas nos podrán señalar las deficiencias de ese sueño, la verdad es que si se disminuyera un poco la astringencia monetaria, los negocios marcharían mejor y en consecuencia habría mayor empleo. Disculpen por ser simplista, pero hay veces que necesitamos soñar para encontrar soluciones. Que todos tengan un Buen Fin, y hagan caso de las recomendaciones de PROFECO.