Como es el día de la promulgación de la constitución, aunque en realidad esto se haya hecho en otras fechas, poco sabemos del primer Santo Mexicano, aquí un breve resumen. Su nombre de pila fue Felipe de las Casas. Nació en la ciudad de México, en mayo del año 1572. Sus padres, inmigrantes españoles: Antonio, toledano de Illescas y Antonia, andaluza de Sevilla. Le dieron buen ejemplo. En su niñez era tan inquieto y travieso que cuando decidió irse al convento de Puebla para hacerse franciscano, su aya comentó: "Eso será cuando la higuera reverdezca". Aludiendo a una higuera seca que había en el patio de la casa. Llegó al convento de Puebla, donde residía el Beato Sebastián De Aparicio. En efecto, Felipe duró muy poco allí. No resistió aquella vida y regresó a su casa. Ejerció entonces el oficio de platero sin mucho éxito. Cuando había cumplido 18 años, su padre, Alonso de las Casas, lo envió a las Islas Filipinas a probar fortuna. Allí se estableció en la ciudad de Manila. Al principio estaba deslumbrado por la vida mundana, pero pronto sintió de nuevo la llamada del Señor: "Si quieres venir en pos de mí, renuncia a ti mismo, toma tu cruz y sígueme" (Mt.16,24). Felipe entró con los franciscanos de Manila. Esta vez ya había madurado y su conversión fue de todo corazón. Cambió su nombre al de Felipe de Jesús. Estudiaba, atendía a los enfermos. Todo lo hacía con la dedicación de un hombre que vivía para Jesús. En 1596 sus superiores le anunciaron que ya se podía ordenar sacerdote. Como no había obispo en Filipinas, la ordenación sería en México, su ciudad natal, junto con su familia y amistades de infancia. Con ese fin se embarcó en el galeón San Felipe, con Fray Juan Pobre y otros franciscanos; pero una gran tempestad desvió el barco hasta que naufragó en las costas del Japón. Felipe interpretó su naufragio como una dicha. Podría entregarse mas a Cristo por la conversión del Japón. En noviembre del 1596 embarrancó en Urando el galeón San Felipe con Felipe y los otros franciscanos a bordo. El emperador de Japón vio con disgusto esta acción evangelizadora y mandó crucificarlos el 5 de febrero de 1597.