Este martes, el ombudsman sinaloense Juan José Ríos Estavillo, dio a conocer un Informe Especial sobre diversos aspectos relacionados con la equidad de género en el gobierno del Estado, identificando cierta desproporcionalidad y falta de coincidencia entre las acciones y políticas públicas realizadas por las diferentes dependencias gubernamentales, lo que sugiere que no existe una coordinación entre ellas en el tema de igualdad entre mujeres y hombres, por lo que concluye que aún falta mucho por hacer en este sentido.
También este día, el CDE del PAN en Sinaloa por medio de su presidente, Edgardo Burgos, señaló que por disposición del Comité Ejecutivo Nacional, los distritos 3, 5, 6 y 7 de Sinaloa quedarán reservados para que compitan solo mujeres para las candidaturas a diputados federales, dando cumplimiento así a lo establecido en el artículo 41 de la ley electoral.
La equidad de género significa, ante todo, brindar las mismas oportunidades a hombres y mujeres, por ello llama la atención que se impulsen medidas que en otras latitudes ya se denominan discriminación positiva, es decir, brindar un espacio o una oportunidad, para cumplir con una cuota, ya sea esta de género, raza, religión o cualquier otra que signifique una relación desventajosa para el grupo minoritario o menos empoderado.
El problema es que, al cumplir con una cuota, en realidad no se empodera, sino que se desvirtúa el sentido de la ley y la propia naturaleza. La igualdad de las personas radica en su dignidad y el derecho ante la ley, para eliminar del todo cualquier tipo de discriminación, en realidad se tiene que dejar de hablar del tema. Por ejemplo, para acabar con la discriminación por género, deberían de desaparecer de los anuncios de empleo el término “hombre” o “mujer” (se solicita empleado, sexo masculino; se solicita empleada, sexo femenino) y dejarlo simplemente en que se solicita quien desee trabajar y cumpla con el perfil del puesto en base a capacidades: que escriba tantas palabras por minuto, o que hable determinados idiomas, o con capacidad para cargar tantos kilos, de manera que si se presenta un hombre o una mujer y cumple con el requisito, pueda ocupar la plaza sin importar su sexo.
La decisión del PAN aporta poco a la igualdad, en primer lugar porque asume que si una mujer compite con un hombre será incapaz de vencerlo, pero además, porque entonces por definición, en los otros cuatro municipios no pueden participar mujeres, ya que la ley electoral establece que la equidad significa 50-50, entonces, ¿cuál igualdad? Tiene razón Ríos Estavillo, hace falta mucho por hacer (y entender) en nuestro querido estado.