Nuestro país tiene un rezago educativo significativo con respecto a los países de la OCDE, pero más nos debería preocupar la capacidad formativa para el trabajo y las oportunidades para el desarrollo personal, profesional y social que brindan nuestras instituciones educativas.
Las recomendaciones internacionales sobre la inversión en educación indican que el presupuesto asignado a la misma debe estar en el orden del 8% del PIB, es decir, para 2015 este indicador debería estar aproximadamente por el orden de 1.5 billones de pesos; pero el presupuesto aprobado es de tan solo 699 mil millones de pesos, menos de la mitad.
Junto con la falta de presupuesto, los sindicatos de la educación, el SNTE principalmente, pero también los sindicatos universitarios en todas las instituciones de educación pública del país, han negociado históricamente contratos leoninos, especialmente en lo que se refiere a la jubilación y las prestaciones. Además las propias universidades tienen problemas para renovar su planta docente y contratan exceso de personal administrativo , con lo que no hay recursos que alcancen.
Además, ese 8% del PIB que recomienda la UNESCO, debe impulsar también la ciencia y tecnología, un rubro en el que nuestro país invierte muy poco, no solo desde el gobierno, sino incluso en la iniciativa privada, con los que nos resta competitividad en el entorno internacional.
Desde la década de los 90’s se viene insistiendo en que las instituciones de educación superior deben diversificar sus fuentes de financiamiento, y éstas no pueden ser, como ya ocurre, mediante rifas, sino que hay que fortalecer la vinculación con las empresas, la investigación aplicada, el registro y venta de patentes y los cursos especializados para la formación laboral, como algunos mecanismos para atraer recursos frescos adicionales a los del presupuesto.
Hoy, maestros de educación básica no han recibido su salario en Sinaloa, no tiene que ver con la falta de recursos, sino con problemas administrativos, pero ¿se imagina lo que ocurriría si fuera porque el dinero no alcanza?. Sin dinero no hay educación, sin educación no hay futuro, ¿cuándo tomaremos conciencia de la importancia de cuidar lo que tenemos?, ¿cuándo exigiremos eficiencia a nuestros gobernantes en el uso de los recursos públicos?