"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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Candidatos

changuitosNuevamente estamos los ciudadanos inmersos en un proceso electoral, en esta ocasión, con un marcado cansancio por las promesas incumplidas, los abusos cometidos, la impunidad compartida y la ineficiencia complaciente; y sin embargo, nada tan importante como participar y vigilar un proceso electoral.

La democracia es la única vía para la solución pacífica de nuestros problemas, con sus graves defectos, como ciudadanos tenemos la oportunidad de acercarnos, conocer y exigir a quienes serán nuestros representantes que resuelvan nuestros problemas reales. No nos importa que promuevan mil leyes que beneficien a ciertas minorías, sino que promuevan aunque sea unas pocas, que nos resuelvan nuestros anhelos cotidianos (incluso de esas minorías que supuestamente buscan favorecer) como son la seguridad, el empleo y la certeza de que mediante el esfuerzo podremos salir adelante en nuestros afanes cotidianos.

De nada sirve la protección de cierta etnia, si sus habitantes, como cualquier otro mexicano, está expuesto al robo, el secuestro o el asesinato; de nada sirve a una madre soltera que se promueva la igualdad, si ella implica desempleo equitativo para todos; de nada de sirve a un homosexual poder declararle su amor a otro, si ninguno tendrá la certeza jurídica de no ser objeto del abuso de la autoridad, de no encontrar las medicinas en el seguro social o de tener que recurrir al cohecho para conseguir evitar un abuso.

Las elecciones son la mayor oportunidad para que los ciudadanos manifestemos a los candidatos, de los cuales saldrá nuestro representante, cuáles son nuestras reales exigencias.

Los candidatos que pretendan ser electos, tienen que adquirir la conciencia de representar a personas determinadas, con necesidades específicas, que le dan su confianza para que ejerza la soberanía que radica en ellos, el pueblo.

La democracia tradicional se encuentra en una grave crisis, los ciudadanos desconfiamos de la autoridad, por la simple razón de serlo, pero esto se debe a una larga trayectoria de errores, omisiones y faltas plenamente asumidas en el ejercicio del servicio público mal entendido, un servicio que creen para sí mismos y no para los demás.

Por ello es fundamental que en este proceso electoral, cambie la manera de entender y hacer las cosas, para que rescatemos, si todavía es posible, la gobernabilidad que el país requiere para su sano desarrollo integral.