Concluyó este fin de semana su período presidencial al frente del Uruguay, José Mujica, conocido como “El Pepe”. Se retira con el reconocimiento de los ciudadanos de su país y la comunidad internacional, habiendo alcanzado algunos logros importantes en la reducción de la pobreza y con decisiones polémicas, especialmente con el de la liberalización de la marihuana.
Algunos lo califican como el mejor presidente, otros detestan sus políticas y su definición ideológica, pero sin duda, de todos tiene el reconocimiento por su sencillez y honestidad.
Y es que para el que poco quiere, es fácil ser honesto: decía San Francisco de Asís “deseo muy poco y lo poco que deseo lo deseo muy poco”, una enseñanza que deja “El Pepe” para los políticos de hoy, ávidos de enriquecerse a costa de la sociedad. En la reunión de la Cumbre Iberoamericana realizada en Veracruz a finales del año pasado, el ahora ex presidente de Uruguay dijo que los presidentes "tenemos que vivir como vive la mayoría, y no como vive la minoría"
El mismo se define sobrio y ligero de equipaje, viviendo con lo justo para que las cosas no le roben la libertad… y a los que les gusta mucho “la plata, hay que correrlos de la política" porque "son un peligro"
En un mundo tan metalizado, sin duda llama la atención esta manera de pensar, pero no deja de tener razón este singular personaje, en otro tiempo guerrillero, y hoy reconocido por propios y extraños por su congruencia.
El Pepe dejó el acto oficial, ya sin ser presidente, en un vochito viejo, azul claro; regresa a su casa sin más riquezas de las que tenía antes de ocupar el puesto, excepto el cariño de un pueblo agradecido, incluso de aquellos que no simpatizan con el Frente Nacional (agrupación de izquierda que lo llevó a la presidencia).
José Mujica dijo aquí en México, el pasado mes de diciembre: “No se puede construir confianza a largo plazo si no se cree en la política. No es solo discurso, se necesita la evidencia que la gente reconoce”. “Por eso, quiero levantar como innovación la defensa del sentido republicano y de nuestras conductas a favor de las mayorías, porque ese es el motor para recuperar la confianza en la política” Esperemos que algunos políticos de México y América Latina, compartiendo o no las posturas del ex mandatario charrúa, asuman este pensamiento republicano, por el bien de todos.