La relación entre Estados Unidos y Venezuela, cada vez más complicada.- Tras la limitación de funcionarios en la embajada que exigió Maduro a Estados Unidos, esta semana el mandatario norteamericano calificó a Venezuela como “un peligro para la seguridad interna” de la Unión Americana. Ya antes, esta misma semana, Diosdado Cabello, líder de la Asamblea Nacional de Venezuela, señaló que Estados Unidos planeaba invadir militarmente a ese país caribeño. Por su parte, Fidel Castro señala su respaldo total al mandatario venezolano y deja en entredicho a su hermano Raúl, presidente del país, quien busca seguir el acercamiento para terminar de romper el embargo económico que hace más de 50 años asola a la Isla. Por otra parte, Naciones Unidas, como lo hizo con México a finales de la semana pasada, dice que Venezuela es un país donde se practica la tortura de manera sistemática, a lo que este país, al igual que el nuestro, califica de una mentira.
Estado Islámico, por la destrucción de la identidad iraquí.- En el Medio Oriente la propuesta del Califato sigue avanzando, esta semana Boko Haram juró lealtad al Estado Islámico y el califato le aceptó el juramento, lo que empieza a consolidar una idea de cierta unidad político-religiosa en la región del Magreb. Por su parte, el Estado Islámico está atacando de manera sistemática los símbolos de la identidad iraquí, destruyendo todo lo que de alguna manera es un elemento de referencia de este pueblo. El islam siguió el mismo proceso con Egipto en los siglos XIX y XX, el canal de Suez está construido con las piedras de los templos egipcios, las comunidades cristianas nubias desaparecieron completamente y el templo de Abu Simbel, un orgullo de la historia egipcia, fue sepultado en el embalse de una presa, todo con el fin de borrar la identidad egipcia. Hoy esta estrategia es aplicada a Irak, buscando crear una nueva identidad, debido a las crencias chiies de una parte de la población y para facilitar la instauración del Califato de Irak y Siria.
Dilma Rousseff, con el agua hasta el cuello.- Las revelaciones sobre la corrupción en Petrobras han ido en aumento, la última señala a funcionarios del PT (Partido de los Trabajadores al que pertenece la Presidenta) como los que recibieron 200 millones de dólares en sobornos, mismos que la oposición especula que fue a parar a la campaña presidencial de Dilma en 2014, al menos en parte. Esto ha llevado a exigir la dimisión o el cese de la Presidenta, a lo que evidentemente ella se opone, pero las marchas, el descontento y la presión política aumentan día con día. Durante su mensaje a la nación, en cadena nacional, la semana pasada, miles de ciudadanos salieron a las calles con las ya famosas cacerolas para exigir su renuncia.