"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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InicioEN LA OPINION DE:La transicion mexicana actual y sus tres etapas

La transicion mexicana actual y sus tres etapas

transicionFederico Müggenburg (CEPOS)

1.- El significado y la trascendencia de las elecciones de 2015, implican: la visión de largo plazo en el proceso de la transición nacional, el análisis de coyuntura del 2015 y una visión prospectiva. El cambio histórico implica a su vez: Un cambio en el modelo económico, con sus respectivas características: ser abierto, con economía de mercado social y moralmente aceptable, aumento del producto interno bruto y aumento del empleo. También un cambio en el modelo político, logrando que sea democrático, con vigencia del estado de derecho, con unas oportunidades de trabajo dignas (otras la han llamado decente) y son el puesto asegurado según las leyes vigentes y la aplicación de los despidos, según la ley del Seguro Social. Y tercero: un gran consenso social. Que implica instituciones fuertes y permanentes, que incluyan los derechos de las minorías de cualquier tipo y que den oportunidades de desarrollo humano con una gran capacidad de movilidad social. Consideremos ahora el proceso en sus últimos treinta años: El antiguo régimen autoritario con su modelo basado en el “nacionalismo revolucionario”, con su característica bipolar, el poder en manos del presidente y su partido de la “familia revolucionaria”, a base de consignas, control y represión, sobre todo de los medios de comunicación masiva. Logrando así contener a la oposición que solo participa con frases más o menos sonoras, pero sin ningún efecto en el votante.

2.- En cuanto a las capacidades en materia económica, sólo nos muestran las crisis recurrentes de 1976, 1982 y 1987, que provocaron el colapso de la legitimidad y la credibilidad y la ruptura del consenso, y la quiebra adaptación del modelo económico en 1985, 1991 y 1995. Esto a su vez provocó la insurgencia cívico-política expresada en la vía democrática de 1983 y la fractura del bloque dominante en 1987, expresado en la “caída del sistema” en 1988. Lo que dio oportunidad a Cuauhtémoc Cárdenas de reclamar un triunfo, que en realidad había correspondido a Manuel J. Clouthier, pero que no tenía la capacidad numérica para demostrar su triunfo en cada casilla, lo que la multitud de incondicionales “sindicalizados” del PRI, si podían.

3.- En cuanto al orden socio-político y precisamente en la “cancha electoral” tenemos las siguientes alianzas o contubernios: equipo oficial, integrado por el PRI, (que preside César Camacho Quiroz) el Verde (cuya presidencia está vacía) y Nueva Alianza, que viene a ser otra vez un “Grupo Compacto”, como en su tiempo lo fue el que encabezaba el francés, naturalizado mexicano José Córdoba Montoya. Y los equipos de oposición con el PAN, bajo la presidencia de Gustavo Madero, el Partido Humanista, bajo la presidencia de Manuel Espino y el pequeño Partido Encuentro Social, que preside Hugo Flores, por un lado. Y por otro el PRD, Con el Partido Encuentro Social y el Partido MORENA, que es algo personal de Andrés Manuel López Obrador. Quedando casi en una especie de pulverización el PT, que sólo cuenta con la figura de Dante Delgado, que fue siempre discípulo fiel de Fernando Gutiérrez Barrios (+). Veamos ahora los retos políticos del próximo proceso electoral, para ver la posibilidad de recuperación de la legitimidad y algún liderazgo, a base de las cifras numéricas de participación ciudadana, según el promedio de empresas de encuestas que tienen legitimidad y profesionalismo. Participación y Legalidad: en 1991, 60%; en 1994, 79%; en 1997, 57%; en el 2000, 64%. En 2003, 41%; en 2006, 59%; en 2009, 45%; y en 2012, 63%. Próximamente las expectativas y la comprobación de la participación ciudadana serán en 2015, que como se aprecia, en las elecciones intermedias, siempre es menor que en las elecciones sexenales. Varias instituciones, entre ellas la Coparmex, que preside Juan Pablo Castañón, participarán en la observación en diferentes casillas, distribuidas por todo el territorio nacional a través de un proceso aleatorio, que lo mismo incluye casillas de las áreas urbanas más densas, que en las de tipo rural, que implican traslados de las urnas por varios kilómetros de territorio antes de llegar a los centros de acopio. En las casillas urbanas, prácticamente todos son alfabetizados y saben leer y escribir y tienen criterio personal, cuando no están mediatizados por los sindicatos que están al servicio del PRI, con algunas excepciones. En lo rural hay muchos votantes que son analfabetos y por ello cruzan su voto por los signos y los colores, influyendo el abuso que siempre ha hecho el PRI de los colores de la bandera nacional, violando así la Constitución. Lo cual siempre servirá de pretexto para impugnar el proceso electoral. Además no todos saben sumar correctamente las columnas y luego sucede que se impugna hasta las de los propios compañeros de partido como le ha pasado ya a López Obrador, que así topa el pretexto para paralizar la Ciudad de México con “tomas” de las calles o de las principales avenidas, creando un caos impresionante que impide la circulación de oriente a poniente y viceversa. Ya se alegaron que se hicieron trampas en el “algoritmo” que basa una clara ventaja a las informaciones de las concentraciones urbanas sobre las rurales. Claro que a medida que toda la información llega, las cosas quedan claras y las encuestas a “boca de urna” siempre han dado la razón a las encuestas formales. Vayan de ejemplo los resultados de las democracias maduras como las de EUA y de Europa, en donde los resultados se reconocen a menos de una hora del cierre de las urnas y se acepta la victoria o la derrota aunque sea por décimas de puntos porcentuales. Finalmente la Prospectiva, como se dice ahora, para mirar al futuro, es que en lo Sistémico Positivo: se dé un reimpulso al sistema de cambio y una religitimación del modelo de reforma inconcluso. En lo Sistémico Negativo: se dé una democracia neo-liberal abusiva y los cambios sean insuficientes o decorativos o con una simulación para la percepción mediática y no de “realidad real”. Y por último, lo antisistémico, se den por incremento de actores antisistémicos, sea por la vía violenta o pacífica, además de incongruencia ciudadana, que impida la creación de un Nuevo Estado Autonómico.