Columna Circuito Cerrado del 16 de febrero de 2018
Héctor Moctezuma de León
Enrique Peña Nieto y su banda han cometido tantos agravios al país que no dudo que para salvarse lo incendien, para largarse y, para prender el fuego, buscarán anular la elección, con el pretexto de que los candidatos rebasaron los topes de campaña, la autoridad electoral podría avalar una decisión de esa naturaleza, por qué no, la ley está a su favor.
Con un candidato como José Antonio Meade que no levanta ni levantará, con las preferencias electorales a favor de Andrés Manuel López Obrador y en un descuido le favorecen a Ricardo Anaya, los de Atlacomulco tendrían una reja en su futuro.
Baste ver las reacciones de los organismos de inteligencia de los Estados Unidos al concluir las precampañas, el candidato del PRI no tiene ninguna posibilidad, dijo en su informe ante el comité selecto de inteligencia del Senado norteamericano, Dan Coats, director de inteligencia de la Casa Blanca.
No fue una declaración banquetera, menos una conferencia de prensa, Coats, vaticina por escrito la derrota del abanderado priista, José Antonio Meade como resultado de la corrupción, inseguridad e inestabilidad económica que azotan a México.
Pero esa no es la única lectura para pesar que por primera vez en la historia moderna de este país se puede anular una elección presidencial, el boletín casi clandestino que dio a conocer el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el domingo en la noche, en el que se precisan las reglas para anular las elecciones en el caso del rebase del tope de campañas. Basta con que la autoridad electoral decrete que los tres aspirantes rebasaron los gastos de campaña para que descalifique la votación del primero de julio.
De esta forma ninguno de los tres aspirantes partidistas que serán registrados, en los próximos días por sus respectivas coaliciones ante el INE, volverían a participar en otras elecciones que serían extraordinarias. Toco madera.
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Acuso recibo de la carta que me envío el licenciado Sergio Hidalgo Monroy Portillo, director general de OHL México en la que coincidimos en lo fundamental de lo aquí escrito que hubo aumento de las tarifas en el caso de todas las concesiones del Estado de México "y no únicamente las que opera OHL México. Y una disculpa, la información se publicó el 13 de enero pasado y por un error cometido por el que esto escribe, al seleccionar los archivos se repitió esa columna el martes pasado, no hubo ninguna intención de repetirla. Creo que a nadie le gusta el aumento en los servicios...Miente el mexiquita Carlos Iriarte, el sustituto de Camachito, si hay diputados de su fracción que piden la renuncia de Enrique Ochoa Reza. Por cierto cuando el actual presidente del PRI cursaba la secundaria en su natal Pátzcuaro sus compañeros lo motejaban como "La Vitola", perdón a esa extraordinaria y larguirucha cómica mexicana...Mientras que los policías al mando de Hiram Almeida sigue atacando a los jóvenes por el sólo hecho de traer una mochila, en la estación del Metro de Cuatro Caminos una banda hace de las suyas con los pasajeros que tienen que abordar el transporte en ese lugar.
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Columna Geopolítica del 12 de febrero de 2018
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Dos alternativas se perfilan: una, la de transformar las condiciones mediante cambios paulatinos y pacíficos; y otra, la de hacer cambios que dividan a la sociedad mediante un escenario violento.
A Obrador se le asocia con esta última postura. Aunque lo niegue. Nadie que ofrezca hacer alianza con los narcotraficantes, que fustigue al secretario de la Defensa; y que quiera regresar a México como era hace cuarenta años, puede hacerlo sin violencia.
Obrador lleva una campaña desde antes del 2006, su método es trastornar al estado en su esencia. De hecho, ninguno en sus cabales que se recuerde en el mundo; se ha propuesto incorporar abiertamente, un acuerdo con los delincuentes en su propio país.
Quien no entienda este hecho, como un grave y cínico antecedente de traición al estado mexicano; no tiene una idea de lo que está en juego en esta elección. Sencillamente Obrador quiere despojar de toda legalidad al estado, arrancar de tajo sus instituciones, no reformarlas.
Ese es el objetivo de Obrador: desestabilizar al sistema, provocar un caos, como esa fumada de trasladar las secretarías a los estados, para que los titulares puedan rivalizar con los gobernadores y para repartir cargos a los adictos a su persona, en las regiones del interior y al mismo tiempo echar a la calle a los sindicalizados y a los de servicio civil.
No nos hagamos, quiere inaugurar una dictadura.
La otra opción la del cambio escalonado la tiene Anaya. ¿Por qué? la alternativa de Meade, no existe en el panorama de lo que está en la mesa. El candidato del PRI, no considera en absoluto, el cambio. Cree que él está por encima de los errores de su partido y del gobierno donde ocupó tres carteras de primer nivel. Él nadie más que él es uno de ellos. Por eso su candidatura nació abortada, es una defensa a ultranza para indexar a los contribuyentes las malas administraciones, los derroches y la corrupción con sus saqueos y endeudamientos. No es otra cosa.
De tal suerte que Anaya representa la única opción real en la boleta, por un cambio sin virulencia, un cambio ordenado.
Y eso lo van a ir entendiendo los votantes: unos ya lo entienden; faltan los tradicionalistas que se aferran todavía, a darle una oportunidad más a los irresposables del PRI; y faltan todos los demás, que no pueden caer en el juego de malgastar el voto en personajes de caricatura, los dizque independientes.
Hasta los que no votan, deben votar para seguir absteniéndose, si quieren.
Ese es el voto inteligente.
Porque lo demás es dejarse morir en vida, Los alemanes desesperados del mal gobierno votaron por Hitler; los venezolanos hartos de los corruptos, votaron por Chávez. Todos usaron de las pasiones y tiraron al basurero los razonamientos. Sus hijos, sus nietos se los demadan. Y no se la acaban. Hay que pensarle.
Los que sí están convencidos de que Anaya va a ganar, en primer lugar son sus contrincantes del gobierno.
Las baterías que usan en esta etapa son los encabezados y los comentaristas de consigna que insultan y sobajan a Anaya, mas que a cualquiera. Por eso me parece que para él los ataques, son la mejor medida de que las cosas marchan bien. "Los perros ladran Sancho, señal que vamos andando". El relato del Proceso de la Fundación para comprar un edificio del PAN en Querétaro , refleja el tratamiento desesperado de darle una fuerte carga de sospecha a un asunto sin delito. No traen más.
Y ni cambiando al del CISEN saldrá más. No es el caso de Obrador que se cura en salud, diciendo que sabe que ese organismo, tiene un expediente gordo de sus trapacerías. Ese sí es un pájaro de cuenta.
Si se reflexiona se puede concluir, que la dinámica tal como ha sucedido en otras ocasiones, va a ir escalando por segmentos. El analista Raymundo Rivapalacio, da cuenta de las inclinaciones de los empresarios. Cada vez menos, van a escuchar el canto de las sirenas rumbo a las escolleras.Ya no los va a sorprender alguien como Romo, el ingenioso del embuste.
Por otra parte se gastan las maniobras destinadas a otro momento, porque para Obrador todo se puede desmoronar. El escenario al cierre de esta etapa de precampañas, se volvió repetitivo y le subieron al nivel de riesgo, mostrándo cartas mayores, dos ejemplos: las encuestas de El País, diario de izquierdas; y los comentarios de Carlos Slim a través de testaferros, en el The New York Times dando ambos medios, como seguro ganador a Obrador prematuramente.
Son los esfuerzos de los monopolistas, incluyendo a la malograda Televisa, por colgarse de un clavo ardiendo, apostando a volver al pasado, a ver si son reversibles las canonjías perdidas.
Pero no será así. Carlos Slim seguirá perdiendo. Ya tiene 30 mil millones de dólares menos. Quiere que Obrador llegue para sacarlo del hoyo; hasta invitó tragos de whiski de 40 años a Bill Clinton... para avalar a Obrador, no nada más como aficionado del beisbol.
Solo hay un detalle: con un leve retraso en la Historia. Los Clinton ya no mandan.
Es Trump, y por eso no pueden los Murat darle caballazo a Meade; porque Videgaray es el único interlocutor que tiene el gobierno de México, es el que lo metió y estará con él hasta que pierda rotundamente. Los dos quieren salvar su cabeza.
A Salinas y a Peña, publicamente ya los amnistió Obrador... deben estar preocupados.
Anaya va ganar.
Columna Geopolítica del 5 de febrero del 2018
Jorge Miguel Ramírez Pérez
No se trata de hacerle al pitoniso o aventarse con un bandazo "a ver si pega". No, eso no se vale. Hay que analizar, desagregar y combinar elementos. Claro que me refiero a los elementos que están en la mesa, a la vista; algunos otros se infieren, pero los que son secretos no se pueden considerar y es allí donde no se vale especular.
Hace seis años, la lógica indicaba que Calderón jugaría a favor del PAN, no en contra de su partido. No fue así, los datos de la llevada y traída Casablanca, y otros, que hubieran sido determinantes si Calderón no los hubiera ocultado, se conocían en Los Pinos desde entonces, porque son datos del 2008.
Incluso en el supuesto de que los hubiera usado para sus siglas, como se hace en todo el mundo; no había con quién usarlos, porque el clan Calderón ya se había encargado de minar al PAN. De entrada persiguiendo foxistas y metiendo de cabezas sucesivas, dos antipolíticos en todos los sentidos: Germán Martínez y César Nava.
Calderón no tuvo estabilidad en la política interior, desprestigió al PAN con un gabinete plagado de improvisados. Le dio una fuerza descomunal al Secretario de Seguridad, García Luna y tuvo varios secretarios de Gobernación que no duraron, dos de manera fatal. Operó queriendo meter a la fuerza, a íntimos con deficiente carrera política y con una muy pobre identificación con el PAN: Cordero y Félix Guerra.
El resultado fue una Josefina con popularidad, pero demasiado idealizada; una que no arrancó nunca y no contó con el apoyo del presidente Calderón, que desde entonces perdió a su partido. Se le vio solícito para que llegaran los atlacomulcas.
Hoy, las circunstancias son otras. El clan Calderón se fue del PAN, dejando a unos cuantos incondicionales que le hacen de quinta columna light. El hecho es que no tiraron a Anaya, con todo y la campaña de medios de un inexistente piso parejo, que era más bien: "quítate tu para que me ponga yo". Los estorbos internos dañan mucho, si no que se lo pregunten a Meade; Anaya ya no los tiene.
Y no los tiene porque fuera de Margarita, todos, lo que es todos: Madero, Bravo Mena, Yunes, Moreno Valle, los Adame, Márquez, Rodriguez Pratts, Rufo, Creel, y el patriarca Diego Fernández, por mencionar algunos, están con Anaya, sumados; no de manera incondicional como exige Obrador o como es costumbre en el PRI. Están con él, porque les conviene, ven que trae ganas y puede con el paquete. Eso es hacer política.
Entonces hablamos de una persona, Anaya que conoce el lenguaje político y los objetivos de la política; porque en ese asunto, se participa racionalmente, no por fe en otro igual que uno; haciendo compromisos de fidelidad malsanos, de una adoración de tipo religioso, como con Obrador que hasta la mano le besan los adictos a su secta. Eso no es política, ese tipo de fenómenos, los clasificó Michael Burleigh como una religión política.
Y para muestra, un botón de que Anaya conoce del negocio y no es un improvisado, como los últimos cuatro que se han sentado en la silla de la política, sin conocer el tema; está la tregua entre Dante Delgado del Movimiento Ciudadano y el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes. Punto.
Creo además que Anaya entiende meridianamente, que no hay para atrás.
Sencillamente es de locos pensar que se puede regresar al México de López Mateos, el que los viejos oyeron cuando eran niños y que no constataron en su problemática. El desarrollo estabilizador lo desconocen porque no entienden, que fue un acuerdo de posguerra y de la guerra fría.
Eso se acabó. Fue en el siglo pasado. Todo ese rollo de la doctrina Estrada y de la economía del estado cuando nueve décimas era controladas por el gobierno, como anotó Pablo González Casanova, en su libro "La democracia en México" y lo mismo analizaban Vernon, Padget, Brandenburg o Ross; pero esos amigos escribieron sus análisis hace sesenta años; y hoy todo es distinto: PEMEX, CFE y el IMSS, que son del gobierno, tienen pasivos laborales que los califican como: organismos... ¡en quiebra!; que los impuestos de los contribuyentes, tienen que abonar a un pozo sin fondo. Esas son realidades.
Si, se necesitan cambios de fondo y contra la corrupción e impunidad; controlar de tajo el gasto corriente y de allí a las burocracias. No crear más, como quiere Obrador que no entiende de racionalidades. Todavía no se registra y ya está repartiendo huesos.
Columna Geopolítica del 29 de enero del 2018
Jorge Miguel Ramírez Pérez
No basta para el INE que Obrador tenga doce años por lo menos de campaña permanente. Recursos públicos: cientos de millones acumulados en su imagen, en una estructura política personalista, gastos de viajes, de movilización y de soporte comprometido en medios formales e informales. Forzando todo ese tiempo a la gente, para que acabe pensando en él; mediante múltiples actos anticipados de campaña.
No dice textualmente vota por mí, no necesita decirlo, cualquiera lo entiende hasta un niño de cuatro años. Él pide ser presidente, ninguna otra cosa.
Creo que alguien de fuera, diría que le permitieron a Obrador agandallarse del proceso.
Y es verdad.
Porque es un candidato impuesto. Con una muy lenta aceptación popular; y para nada, la imagen de un candidato de éxito, como se le quiere hacer ver.
Y ese asunto es exactamente el tipo absurdo de interpretación, que hace de este este proceso electoral presidencial eminentemente inequitativo.
Se refuerza esa disparidad también en lo que se denominan precampañas; sin cumplir lo que supondría ser competencias internas, porque por principio no hay tales. Lo que hay son campañas abiertas.
Se entiende que las enredadas leyes y procedimientos electorales, tienen diferencias normativas en los procesos. En esta etapa se supone que están los aspirantes apenas, pidiendo el voto a sus partidos y coaliciones.
Pero esa suposición a todas luces es falsa, en realidad están pidiendo el voto a todos. No solamente a sus correligionarios y aliados.
¿Contra quiénes compiten, en sus respectivas alianzas?: contra nadie.
Anaya y Meade, si han tenido competidores reales o intentos que abiertamente les han causado el lógico desgaste. Mientras, para variar Obrador, no tiene, ni tendrá ningún competidor que justifique su precampaña.
La única razón o sinrazón de parte del INE y de los que lo mandan para no descalificar a Obrador, es que hay consigna para que llegue; o de plano les acobarda, que haga uso de sus facultades vandálicas, cause estragos en la vía pública y en las oficinas de los consejeros; o bloquee la congestionada capital, generando en los medios internacionales descrédito, como lo hizo con el plantón de Reforma.
Y en ese mismo orden de ideas que provocan confusión a los electores, está la denuncia de Pedro Ferriz de Con, contra la señora Calderón, contra Jaime Rodríguez, alias El Bronco y contra el Jaguar, como se auto apoda Rios Pitter, el desconocido senador que se pretende popular. Todos avalados por las firmas que dicen, ya tener en su bolsillo.
Y es que los argumentos del comentarista Ferriz no tienen desperdicio, con claridad ha mostrado la imposibilidad de sus competidores por conseguir el número de firmas requerido por el INE. Las firmas recabadas, de acuerdo con él y para el sentido común del que lo escucha, son apócrifas, son mercancías de un mercado negro, producto auténtico de la corrupción ilimitada que siempre ha rodeado a los procesos electorales.
Porque como dijo el ofendido, las firmas necesitan de un protocolo social, no del protocolo normativo solamente. El que te firma es porque se lo pides personalmente y no en automático. Sin explicación no hay firma.
Pudiera ser, no en todos los casos, que alguien ayude a conseguir las firmas con argumentos persuasivos, sí; pero no en una hora, cinco mil firmas.
El INE para variar..... se acobarda, se enconcha y adopta el papel absurdo de hacer creer lo imposible; y justificar, mediante rollos legaloides, que el proceso es impoluto. Se niega a descalificar lo evidente, lo que sí tiene lógica. Dan pauta a la especulación.
Se habla de que la consigna es justificar que la señora Calderón, vaya a tener una suma de votos, cibernéticos, y que el Bronco y Ríos Pitter, los tres, cumplan el propósito para que Anaya no gane.
Así que las maniobras demuestran más claras realidades, incluso superiores a las encuestas "a modo", que siguen inflando a Morena en esta etapa.