Como lo hemos comentado, nuestra ingobernabilidad se complica porque se está generando una grave confusión al mezclar los reclamos y reivindicaciones de algunas porciones de la población civil -que efectivamente han padecido la corrupción, ineficiencia e incompetencia de algunas autoridades-, con la acción criminal de las bandas de delincuentes que promueven la desaparición de los límites de la frontera entre la protesta social y la de grupos anarquistas o subversivos que tienen objetivos ideológicos y político-partidistas.
La democracia es requisito cada vez más importante en toda estrategia de desarrollo económico
y social. En la actualidad ninguna entidad puede promover el crecimiento regional, la inversión o la
generación de empleos sin garantizar plenamente el ejercicio de los derechos ciudadanos.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El miércoles pasado me referí al profundo vínculo entre el Espíritu Santo y la Iglesia. Hoy quisiera empezar algunas catequesis sobre el misterio de la Iglesia, un misterio que todos vivimos y del que formamos parte.
Un semestre después de su arribo al poder, o de haber sumado a las dirigencias de PAN y PRD al estratégico (y sin duda mediático) Pacto por México, la nueva administración comienza a resentir el natural desgaste que sigue al fin de la luna de miel sociedad-gobierno característica del inicio de todo sexenio y, sin duda, toda suerte de presiones por los más diversos asuntos… el de la persistente inseguridad social de manera relevante.