Al margen de la oficial apertura de un periodo para revisar a fondo, y seguramente corregir, el indefendible dictamen de su Unidad de Fiscalización que sugiere multar a los partidos del Movimiento Progresista que postuló a Andrés Manuel López Obrador, por el supuesto rebase de gastos en la pasada campaña, el Instituto Federal Electoral (IFE) abrió, en la última sesión de su Consejo General, un espacio para tratar de no perder en definitiva, o de recuperar al menos, su hoy diezmada dignidad y abollado prestigio.
En estricto sentido, deben ser mucho más, y permanentes, los esfuerzos de todos los gobiernos para reducir el gasto operativo, los salarios excesivos y el dispendio que tienen algunos funcionarios públicos.
Después de ver y, sobre todo, de oír a Mariano Rajoy, creo que lo creo. Me gustaría preguntarle el motivo de tan retrasada comparecencia. No obstante, estimo que ha parado el golpe.
Uno de los más entusiastas promotores de la reunificación del priismo sinaloense es el diputado federal Heriberto Galindo. No desaprovecha oportunidad para restañar las heridas abiertas en la élite a raíz del proceso electoral de 2010.